Fuente: Transporte y Logistica, Barcelona

España - La OMI advierte del aumento de la pirateria

martes 11 de mayo de 2004

A pesar de que no tienen nada que ver con los que habitaban las calles y tabernas de la Port Royal (Jamaica) del siglo XVII y, ni mucho menos, con las piezas de a ocho del Capitán Flint, los piratas, en pleno siglo XXI, siguen abordando buques en alta mar.

Solamente en los meses de enero y febrero de este año se han registrado 110 ataques piratas en costas y mares de todo el globo, según los informes de la Organización Marítima Internacional (OMI).

El pasado año la cifra de abordajes y robos fue de 445 ataques, la mayoría de ellos registrados en Asia (Indonesia y el estrecho de Malacca). También se contabilizaron 469 fechorías contra buques, pesqueros y veleros. De mantenerse estas cifras a lo largo del presente año, estaríamos hablando de la cota de piratería más alta jamás registrada.

LAS ZONAS MÁS AFECTADAS

No queda ni rastro de las pesadas espadas, los trabucos de madera, la mítica Jolly Roger -la bandera negra con una calavera y dos tibias dibujadas-, ni del misterioso parche en el ojo. Ahora los piratas abordan con machetes y pistola en mano; en lugar de parche utilizan gafas oscuras, y la bandera es inexistente en los botes de fibra de vidrio que usan en sus golpes, dotados de motores fuera borda y sistemas de comunicación que les permiten detectar tanto a futuras presas como a la guardia marina para emprender la huida.

Las aguas más castigadas en lo que se refiere a violencia por este tipo de delincuencia son las de Indonesia, donde en los dos primeros meses de año se registraron 12 ataques. La costas de Nigeria y Bangladesh muestran la misma inseguridad que la anterior: 12 y 10 ataques, respectivamente, en enero y febrero. No obstante, los datos no han supuesto sorpresa alguna dado que los tres países señalados fueron los que mayor índice de piratería mostraron el pasado año. Indonesia fue, con 121, el que más ataques sufrió en 2003.
Bangladesh en segunda posición con 58 y Nigeria con 39.

Los datos ofrecidos por la OMI del pasado año señalan al sudeste asiático y Oriente Medio como las zonas con mayor riesgo de piratería con 348 ataques, seguidos de Suráfrica con 71.

Durante enero y febrero las zonas con mayor índice de robos a barcos fueron el Mar del Sur de la China con 35 ataques, las costas este y oeste de África con 30 y el Océano Indico donde se registraron 19 ataques, seguidas de las aguas centroamericanas, en especial Ecuador, Colombia y Brasil.

Los indonesios son los más temidos

El buque mercante Alondra Rainbow partió en octubre de 1999 del puerto indonesio de Kuala Tanjung (Sumatra) transportando 3.000 toneladas de alumino y con la proa rumbo al enclave de Mike (Japón). A pesar de haber sido botado con nombre femenino -hecho éste que dota a un barco de fortuna, según la tradición marina- fue abordado por piratas en el inquietante Estrecho de Malaca, a las pocas horas de haberse iniciado la travesía.

Tras expoliar a los diecisiete marinos que formaban la tripulación de sus bienes y hacerse con el control total del barco, los dejaron a la suerte del viento y la mar en uno de los botes inflables de salvamento. Fueron once los días que pasaron a la deriva y seis los buques que vieron en el horizonte hasta que fueron rescatados por unos pescadores locales.

No obstante, la tripulación del Alondra puede considerarse afortunada. Un año antes, también en el Estrecho de Malaca, los diecisiete tripulantes del buque de bandera Panameña, Tenyu, fueron asesinados por los piratas antes de hacerse con el buque, cambiarle el nombre y robar el cargamento de lingotes de aluminio que transportaba.

El 16 de noviembre de 1999 el Alondra Rainbow fue abordado por la guardia marina de Goa (India) antes de que los quince piratas pudieran hundir el barco y deshacerse de las posibles pruebas del robo.

Los fines del ataque, según el Consejo Marítimo Internacional, no sólo consistían en apoderarse de los bienes materiales del barco, sino también en asuntos políticos de dudosa índole.

Días antes de la recuperación del buque por parte de las autoridades, en las selvas que unen Tailandia y Camboya, 3.000 toneladas de aluminio fueron intercambiadas por armas destinadas a fuerzas guerrilleras enfrentadas desde tiempo atrás con el gobierno de Sri Lanka.

Con casi toda seguridad los piratas aprovecharon, en ambos casos, la dificultad de maniobrabilidad que suponen las pocas profundas aguas y los tramos angostos del Estrecho de Malaca para abordar al buque en movimiento.

A menudo, los piratas Indonesios, considerados por la OMIcomo los más peligrosos ya que suelen abordar los buques por la noche con cohetes de mano, y asesinan o echan al mar a la tripulación, con o sin embarcación.
Trepan al buque, amordazan al oficial que está de guardia en el puente del barco y, tras ello, se internan en los camarotes para desvalijar de propiedades a los marineros.

Otra de las tretas empleadas por los filibusteros es la de hacerse pasar, convenientemente uniformados, por oficiales de la marina, detener a la embarcación y, una vez dentro, atacan a los tripulantes.

Asimismo, en Latinoamérica es frecuente abordar al buque cuando éste permanece atracado en el puerto, robar la mercancía y abandonar el barco y la tripulación sanos y salvos. "En Sudamérica y África Occidental, los piratas buscan las pertenencias de la tripulación y piezas transportables del buque, en el resto de las regiones, especialmente en Malasia e Indonesia, predominan los secuestros de buques y el robo de mercancías", asegura el director de la OMI, el capitán Pottengal Mukundan.

El oeste africano y especialmente Nigeria es otro de los destinos temidos por todo capitán de marina mercante.

El español Antonio Pérez es uno de ellos. En una de sus travesías su buque fue apresado en el puerto de Lagos (Nigeria).

"Subían por la cadena del ancla, se deslizaban a cubierta por el escobén y cuando te querías dar cuentra ya te estaban encañonando. Nunca nos hicieron daño, auque recuerdo un dia que otro marinero se enfrentó a uno y lo tiró por la borda. También hubo algunas peleas pero ninguna acabó trágicamente", explica el capitán Pérez recordando los sucesos ocurridos en África.

Qué se entiende por piratería

Las raíces etimológicas del término "pirata" se encuentran enterradas en el griego clásico: "pirathos", el que emprende o el que intenta fortuna.
Definición, ésta, que dista en demasía de los actos de piratería que han azotado y azotan los mares y océanos.
La piratería nació a raíz de la utilización las rutas de navegación para fines comerciales y alcanzó una siniestra plenitud en los siglos XVI y XVII con abordajes y saqueos de buques portugueses y españoles que navegaban con las bodegas cargadas de plata y oro expoliadas en las Indias Occidentales, allá en la región de América del sur.

Esta práctica se creyó erradicada en el siglo XIX pero durante los años 70 y 80 resurgieron de nuevo los ataques a buques mercantes. Desde entonces, estos actos han aumentado tanto en número como en la carga de violencia empleada en los asaltos.

Piratería es, según el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, 1982, cualquiera de los siguientes tres casos:

-Todo actor ilegal de violencia o de detención o todo acto de depredación cometidos con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de un buque privado o de una aeronave privada en alta mar o en un lugar que no esté sometido a la jurisdicción de ningún estado.
-Todo acto de participación voluntaria en la utilización de un buque o de una aeronave, cuando el que lo realice tenga el conocimiento de hechos que den a dicho buque o aeronave el carácter de buque o aeronave pirata.
-Todo acto que tenga por objeto incitar a los actos definidos anteriormente o facilitarlos intencionalmente.

Iván Muñoz