Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - Las mareas rojas mueven toxinas prohibidas como armas quimicas
sábado 16 de abril de 2005
Los científicos tratan de identificar nuevos compuestos biológicos de actividad mortífera La lucha contra estos agentes letales moviliza en Galicia a numerosos investigadores Un fenómeno registrado en los cinco continentes
(L. C. Saavedra | vigo)
Algunas de las biotoxinas de origen oceánico que transportan las mareas rojas están incluidas en la lista de compuestos biológicos prohibidos en la Convención Internacional de Armas Químicas, según los datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. La actividad de algunos de estos microorganismos es tan letal que, tras ingerirlos en suficiente cantidad, pueden sobrellevar a la muerte en dos horas, no sin sufrir antes precipitados episodios de parálisis de parte del cuerpo y un súbito fallo respiratorio. Es el caso de la toxina PSP (paralizante). El compuesto fue bautizado con el nombre de saxitoxina , y puede localizarse en los fenómenos naturales de las mareas rojas, compuestas por microalgas unicelulares que, en abundancia, logran esas decoloraciones del agua de mar.? Parte de la comunidad científica internacional reunida esta semana en Oia, entre los que destacan varias de las voces más autorizadas en este campo -como el profesor japonés Kiyotoshi Yasumoto, considerado por muchos como el padre de la investigación de toxinas marinas- ha alertado de que es posible que la familia de la muerte siga avanzando y aumente la parentela en los próximos años, a medida que avancen las investigaciones para identificar nuevos compuestos nocivos. Al parecer, el cambio climático a nivel planetario también podría ser el causante de la aparición de nuevos microagentes con capacidades paralizantes, diarreicas y amnésicas que, tras ingerirlos en ciertas cantidades, llevan aparejados cuadros médicos singularmente dolorosos e, incluso, provocan una muerte fulminante. En algunos casos no existen antídotos específicos.?
Prestigio en Europa
Dada la importancia para la salud humana y la repercusión socioeconómica de todo el entramado acuícola mundial, la comunidad científica internacional que estudia estos fenómenos se dedica a ello en cuerpo y alma. La capacidad creativa y las piruetas genéticas de la naturaleza marina son los caballos de batalla contra los que luchan los investigadores hoy día.
En Galicia, en concreto, y dadas las magnitudes del sector (3.300 bateas, 9.000 empleos y 340 millones de euros de cifra de negocio) existe una de las redes de centros de control y equipos de investigación más amplio y veterano de toda Europa. Entre otros, existen equipos de expertos en las universidades, en el Instituto Español de Oceanografía, en el laboratorio privado de la patronal conservera, en el centro do medio mariño de Vilaxoán y en el Ministerio de Sanidad en Vigo.?




