Fuente: La Opinion, Tenerife

España - Meléndez estudia crear un pienso para peces basado en la agricultura

Meléndez Hevia reabre el Instituto del Metabolismo Celular

martes 20 de octubre de 2009

Meléndez Hevia plantea ya nuevas investigaciones acerca de la importancia metabólica en enfermedades como el autismo o la depresión y anuncia que saldrán al mercado nuevos productos para deportistas o personas con delgadez extrema.

El bioquímico Enrique Meléndez Hevia inaugura una nueva etapa del Instituto del Metabolismo Celular, en la que anuncia la puesta en marcha de un laboratorio que permitirá tratar pruebas policiales de ADN, de nuevos productos y de un estudio destinado a crear un pienso para peces, que podría acabar con la pesca.

SONIA GALDÓN | SANTA CRUZ DE TENERIFE El catedrático en Bioquímica por la Universidad de La Laguna, Enrique Meléndez Hevia, tras ganar la batalla judicial con la Administración pública, ha retomado su actividad investigadora y para el tratamiento de algunas enfermedades que vincula a fallos metabólicos.

Entre los nuevos proyectos, además de la puesta en marcha de su laboratorio de El Sauzal, "único en Europa" en este campo y que permitirá analizar el ADN con fines policiales, está la comercialización de productos nuevos para deportistas y personas extremadamente delgadas, pero también prevé iniciar el estudio para crear un pienso destinado a las granjas marinas, basado en los productos agrícolas y que será una auténtica revolución, ya que "la acuicultura malgasta, en alimentación, hasta 20 kilos de peces y para producir un solo kilo".
El Instituto del Metabolismo Celular (IMC), que dirige el bioquímico Enrique Meléndez Hevia, reabrió sus puertas la semana pasada tras la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en la que dio la razón al científico y anuló la orden de cierre y suspensión de actividad que había decretado, en el año 2006, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

Desde el jueves, decenas de pacientes se han presentado en las instalaciones de La Laguna para solicitar una cita –la lista de espera es ya de dos semanas, como explicaron en la sede del IMC, ubicada en la urbanización lagunera Aguere– o para retomar el tratamiento con los famosos y polémicos "polvos", que consisten en dos aminoácidos, la glicina y el L-aspártico (Asparbolic), y que se habían considerado medicamentos hasta la sentencia del TSJC, que, en septiembre, ratificó a Meléndez y aseguró que se trataban de nutrientes.
La Consejería regional de Sanidad anunció la semana pasada que no recurrirá este fallo del Tribunal canario, pese a que puede implicar un coste elevado para las arcas públicas.

Millones de euros

Al respecto, Meléndez señaló que la sentencia "es tan contundente que no cabe recurso, además de que hemos solicitado el acta de firmeza, que ya ha emitido el tribunal. Pero también vamos a reclamar la devolución de las sanciones que se impusieron injustamente y las pérdidas que nos ha supuesto esta decisión del Gobierno canario, por lo que hablamos de millones de euros", y explicó que su abogado aún está preparando la demanda, por lo que no puede especificar la cantidad exacta que reclamará.

Ante esta nueva situación, el futuro del Instituto del Metabolismo Celular comienza por el "desarrollo de la consulta nutricional, porque es el centro de este trabajo", señaló el bioquímico, quien también anunció que ya se están manteniendo contactos para ampliar la comercialización de los productos, de tal manera que espera abrir nuevas tiendas en el sur de Tenerife y en el resto de las Islas –"porque nos lo piden los pacientes"–, además de en la Península y en países como Francia, Italia, Alemania o Inglaterra.

Las empresas distribuidoras vinculadas al IMC, Nutricanarias y Nutrimediterránea, ofrecían diez productos distintos –muchos de ellos cosméticos– en sus tiendas y Meléndez destacó que esta lista aumentará. Una de las novedades más significativas de las que anunció, en tanto supone el salto del IMC a la investigación en animales, es la creación de piensos para granjas marinas, con el que se propone alimentar a los peces con productos derivados de la agricultura y para que "la acuicultura no sea una amenaza contra la naturaleza". En este sentido, afirmó que "el crecimiento de un kilo de peces en estas granjas consume entre 15 y 20 kilos de pescado, lo que supone un "daño a la fauna salvaje, más que un beneficio, y es un absurdo, porque hablamos de desperdiciar 15 para comer uno".

La solución pasa, para el bioquímico, por estudiar el metabolismo de los peces para desarrollar un alimento apropiado y que se base en productos de la agricultura, como el trigo o el arroz. "Tenemos que disponer de granjas de peces, como hacemos con otros animales, porque ya no dependemos de la caza para comer carne, mientras que, para el pescado, seguimos cazando y sólo mejoramos las técnicas, lo que hace aún más daño al Medio Ambiente". Así, defendió que su iniciativa es biosostenible, ya que implicará que las necesidades alimenticias de pescado queden cubiertas sin esquilmar océanos.

Por otra parte, anunció que, en breve, se sacarán dos nuevos productos: Nutrevia Sport, destinado a los deportistas, y Nutrevia Complet, especial para personas con delgadez extrema o con problemas de desnutrición, que "hay bastantes más de lo que parece. Hablamos de personas que no logran subir de peso, un problema más difícil de arreglar que bajarlo, pero ya hemos tenido buenos resultados en los ensayos".

Estos dos productos ya están registrados, aunque no se procederá a su fabricación masiva e industrial hasta que IMC disponga de capital suficiente. También está parada, por el mismo problema, la pasta de dientes, un producto que refuerza los dientes y encías mediante la glicina, además de que sus blanqueantes son biodegradables y nutrientes.

Otra de las novedades en cosmética será una crema antiedad basada en ese aminoácido. "El envejecimiento de la piel se produce por el deterioro del colágeno, que supone el 75 por ciento de su materia orgánica, pero darle colágeno directamente es un disparate, porque se trata de una molécula tan enorme que no es capaz de atravesar los poros de la piel, pero, en el caso de que pudiera entrar, no puede hacer nada". Así, explicó que la glicina es el material físico con el que las células fabrican ese colágeno y que ese aminoácido –el componente de uno de sus famosos "polvos"– es una molécula pequeñísima, por lo que penetra sin problemas.

Autismo

El IMC también se plantea el estudio de enfermedades neurológicas, como el autismo o la depresión, que, "inevitablemente, deben tener una base metabólica, aunque aún no la conozcamos, porque no hay ninguna función, humana y animal, que no la tenga". Pese a que este proyecto necesita la puesta en marcha de su gran laboratorio de investigación –ubicado en El Sauzal–, "ya hemos hecho algunas avanzadillas y hemos descubierto que hay diferencias muy significativas al comparar a los niños autistas con los que no lo son, como en la composición de los aminoácidos en sangre y orina, por lo que creo que podemos llegar a elaborar una teoría de que se trata de un problema bioquímico"

Meléndez Hevia destacó que el IMC llegó a tener más de 45.000 pacientes oficiales, "muchos de ellos fieles y que siguieron comprando los productos. Pero esto no es una tienda, sino un proyecto científico de investigación, por lo que también necesitamos a los pacientes".
En este sentido, señaló que "lo importante de todo este proyecto es poner en marcha el laboratorio de investigación, porque no consiste en vender los productos que ya tenemos y dedicarnos a vivir. Lo que hemos hecho hasta ahora ha sido el comienzo y nos queda por delante mucho campo de aplicación para nuestros estudios". Además, explicó que "no hay un laboratorio igual en Europa para estudiar el metabolismo o, al menos, yo no lo he visto, pese a que he recorrido muchas universidades y centros europeos y norteamericanos".
El centro aún no tiene fecha de apertura, aunque será en corto plazo porque sólo está a expensas de la licencia de apertura municipal y ya tiene la de actividad concedida, pero permitirá el desarrollo de nuevas investigaciones y también puede emplearse para el análisis del ADN con fines policiales, unas pruebas que, señaló, ahora deben enviarse a Madrid.

Meléndez Hevia aseguró que todo el rendimiento económico que se ha obtenido del Instituto del Metabolismo Celular –unos 2 millones de euros– se ha invertido en este laboratorio y que, lo que se siga generando, irá a la investigación, porque "mi objetivo es tener un laboratorio, no hacerme rico, y tengo una inquietud vocacional por la ciencia, que es la realización de mi vida". El nuevo centro empleará a entre 30 y 35 personas, como investigadores, personal laboral, administrativos o mozos de laboratorio.

"¿Quién está detrás?"

Con el fin de un conflicto con la Administración de años, Enrique Meléndez Hevia explicó que le han dejado casi en la ruina y que aún se pregunta quién "ha promovido" las acusaciones contra él, porque "la Administración siempre actúa por denuncia de alguien, pero yo no sé quién es". En este sentido, recordó las sanciones impuestas por Sanidad, que llegaron a los 360.000 euros y que "no las he visto en delitos graves ni para los etarras, a las que sumó los embargos de todas sus cuentas bancarias, "incluso la que comparto con mi mujer, y, aún hoy, no me han levantado el embargo, pese a que existe sentencia firme desde hace un mes. Ya no les queda nada de qué acusarme y ya usaron toda la pólvora, aunque los jueces han dictaminado lo que yo siempre había defendido, que estaba dentro de la Ley", valoró Meléndez.

"Uno de los daños de este conflicto fue el despido de la plantilla. Estuvimos a punto de morir pero la sentencia llegó a tiempo y nos ha salvado, pero es duro empezar de nuevo". Los ex trabajadores del Instituto del Metabolismo Celular piden que se les abone la indemnización, que ya han fijado los Juzgados, aunque Meléndez explicó que no lo ha hecho porque el cierre forzoso y los embargos han dejado la empresa "en la ruina. Estuve tratando de aguantar hasta que el Gobierno canario me puso la denuncia por desobediencia al no cerrar el centro. Entonces, pedía que admitiesen que el despido había sido por causa mayor y Trabajo no lo aceptó". En cuanto a las demandas de los trabajadores, espera que "al levantar esto, tengamos la suficiente liquidez para abonarles la indemnización, para la que no tenemos capital".