Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - Paris y Canberra exigiran a Madrid que investigue al duenho del 'Viarsa'
jueves 4 de marzo de 2004
Los pescadores agrupados en Colto apelan a ambos países para que presionen a España Las autoridades de Australia mantienen que los cerebros de la pesca ilegal están en Galicia El juez autoriza a los tripulantes del «Maya V» a abandonar el país
MAL FAIRCLOUGH
(F. Soria / E. Abuín | redacción)
?l Viarsa 1 , el palangrero apresado por Australia tras una persecución de
21 días por el sur del Atlántico es, según las autoridades australianas (gubernativas y judiciales), propiedad de las compañías Navalmar SA y Viarsa Fishing CO Inc, ambas con sede en Panamá. A su vez, ambas empresas están controladas por la firma ribeirense Vidal Armadores, por lo que han concluido que «en este y en otros casos los cerebros de la pesca ilegal están en España».
David Carter, dirigente de la asociación de pescadores legales de merluza negra (Colto), ha cuantificado en 150 millones de dólares estadounidenses los perjuicios que cada año causan los pesqueros piratas en aguas del Índico y ha emplazado a los gobiernos de Francia y Australia a que hagan gestiones ante el Gobierno español para que colabore con las autoridades judiciales galas y australes en la investigación de la trama que lidera la empresa Vidal Armadores.
Fuentes de la compañía con sede en Ribeira negaron rotundamente esa vinculación que Australia da por evidente y mantienen que la única relación entre Navalmar y Vidal Armadores es la de arrendador y arrendatario, pues el Viarsa , propiedad de la empresa ribeirense, fue alquilado a la primera empresa.
Demanda en Australia
Por su parte, Vidal Armadores
presentó hace unas semanas una demanda contra el Gobierno de Canberra en el Tribunal Federal de ese país. Según el portavoz del ministerio australiano de Pesca, la compañía gallega reclama daños y perjuicios por la detención y confiscación del barco y de su carga.
La armadora ribeirense solicita al tribunal que declare ilegal la incautación del palangrero y el decomiso de las capturas pesqueras, unas 85 toneladas de merluza negra (también llamada bacalao de profundidad) valoradas en un millón de dólares (793.966 euros).




