Espanha - La abundancia de bonito dispara los ingresos de la flota gallega

miércoles 17 de agosto de 2005

Pese a todo, el precio medio de esta especie sigue en los niveles de hace seis años La facturación de los barcos que participan en la costera de este año ha crecido un 48%

(m. b. | redacción)
La costera del bonito se está recuperando. Tras varios años en horas bajas, la campaña en la que participan más de medio centenar de barcos gallegos entre junio y octubre parece estar recuperando el esplendor del pasado. Los datos de la Consellería de Pesca así lo revelan. Los ingresos de la flota entre junio y los primeros días de agosto se han disparado un 48% respecto al mismo período del 2004 al pasar de 3,6 a 5,3 millones de euros.

Este incremento de las ventas en las cinco lonjas gallegas que subastan esta especie (Burela, Celeiro, A Coruña, Vigo y Cedeira) responde a la abundancia de capturas, una coyuntura similar a la registrada en la costera del año pasado. «De inicio, da la impresión de que va a ser una campaña positiva -explica Miguel Neira, gerente de Armadores de Burela- pues se ha registrado un incremento de la facturación. Confiemos en que las cosas sigan así hasta finales de octubre». En estas cinco rulas se han descargado hasta la fecha 1.674 toneladas de bonito, un 30% más que entre junio y agosto del 2004.

De todos modos, si la costera de este año arroja un pero para el sector, ése es el precio del túnido. A pesar de que en lonjas como la de Burela la cotización media de esta especie ha subido un 12% respecto al 2004, ésta se encuentra aún en los niveles de 1999, lejos de los valores del 2000 o el 2001. Y es que los costes de explotación de la flota se han desorbitado en el último año como consecuencia de la escalada de los carburantes.

Difícil solución

«El gasóleo -apunta Neira- vale hoy casi el doble que hace un año mientras el precio de nuestro producto no se ha revalorizado en igual medida, por lo que estamos ante una situación de difícil solución». El gerente de Armadores de Burela (Absa) considera que es preciso encontrar mecanismos para poder repercutir el alza de los costes de explotación, aunque entiende que deben surgir de una reflexión «profunda».

Por lo de pronto, en la localidad lucense han optado por la vía de la calidad como paso para lograr que el precio del bonito se revalorice. Así, los responsables de Absa han puesto en marcha un proceso de etiquetado de las capturas de esta especie para que «el consumidor conozca que se trata de un producto pescado con sumo cuidado, con el arte de la cacea...»

Desde esta organización explican que resulta complejo determinar cuál ha sido el impacto de esta medida en los mercados, «pero la realidad es que este año se ha registrado una revalorización del precio medio del bonito, por lo que cabría pensar que este programa de calidad sí ha influido en alguna medida. De todos modos, hay que reconocer que es muy complicado cuantificar con exactitud los efectos del etiquetado en la evolución de los precios», arguyen.

Sea como fuere, la importancia de diferenciar el producto que ofrecen los armadores gallegos resulta determinante en la medida en que el grueso de las capturas se destinan al mercado del fresco, integrado por un consumidor que, cada vez más, demanda calidad.