Fuente: La Voz de Galicia, Vigo

Espanha - La flota mundial dispone de cinco años para atajar la contaminacion biologica

sábado 27 de marzo de 2004

La OMI prohibirá totalmente la utilización de agua de lastre en la que se detecten organismos peligrosos

LAS PRINCIPALES PLAGAS

Cada Estado deberá identificar sus áreas litorales infectadas por especies de riesgo En Galicia: Las restricciones afectarán a los pequeños pesqueros a partir del 2016 Algas, medusas y mejillones causan daños multimillonarios

(Serxio González | vilagarcía)
Acabar con el trasiego de especies vivas entre los distintos mares del planeta se ha convertido en una prioridad absoluta para la Organización Marítima Internacional, una institución dependiente de la ONU a la que se acogen 158 Estados. El pasado mes de febrero, representantes de 74 países se reunieron en Londres para buscar la forma de atajar la contaminación biológica de los océanos por la utilización de agua de lastre en el transporte marítimo, una vía a través de la que viajan tres mil organismos cada día.

El resultado es un convenio de cumplimiento global, que obliga a la flota mundial y a los Estados que la sustentan a controlar, y en última instancia prohibir, la utilización de agua de lastre en la que se detecte una mínima presencia de especies peligrosas: más de nueve organismos por metro cúbico (en el caso de que su tamaño mínimo sea mayor o igual a 50 micrómetros) o más de nueve organismos por mililitro (si su tamaño mínimo oscila entre los 10 y los 50 micrómetros).

La mayoría de los buques

La fecha marcada para la entrada en vigor del documento es el 2009, o bien doce meses después de la fecha en la que al menos treinta países, cuyas flotas mercantes representen el 35% del tonelaje bruto de la marina mercante mundial, lo ratifiquen. Será de aplicación prioritaria para los buques cuya capacidad de lastre se mueva entre los 1.500 y los 5.000 metros cúbicos, que suponen la mayor parte de los existentes.

En general, se prohibirá el intercambio de agua a menos de 200 millas náuticas de la costa más cercana y a una profundidad inferior a 200 metros, para concentrar las operaciones lejos de la zona donde hay más organismos.
Si no fuese posible, cada país deberá marcar los puntos concretos en los que permite la carga y descarga de agua, así como los puertos habilitados para reparar los tanques de lastre, siempre bajo control.? Por último, los Estados tendrán que identificar sus áreas litorales infectadas por plagas y poner toda la información a disposición de la comunidad internacional, para la adopción de las debidas precauciones.