Fuente: Fish Information Services, FIS 18.10.2002

Honduras - Chocan intereses por la ampliacion de camaroneras

Patricia Lorú

viernes 18 de octubre de 2002

El golfo de Fonseca, una de las zonas camaroneras más grandes del mundo, con 17.000 hectáreas dedicadas a la actividad, es hoy sitio de conflicto entre los pescadores artesanales, ambientalistas y empresas camaroneras.

Algunas de las granjas camaroneras asentadas allí están tratando de ampliar su zona de cultivo, lo que podría afectar gravemente al manglar - un tipo de ecosistema marino costero protegido por convenios internacionales-, y provocar fuertes reacciones entre los otros sectores interesados.

Jorge Varela, director ejecutivo del Comité de Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf), explicó a FIS.com que "la zona es para los pescadores su fuente de ingreso económico, su alimento y su acceso a otros sitios de la región. Varias compañías camaroneras que obtuvieron licencias de forma irregular y se establecieron en los humedales costeros, donde están los manglares y lagunas, ahora quieren ampliar sus instalaciones".

Según indicó, unas 14.000 personas están directamente involucradas en la pesca artesanal de la región del golfo.

También en conversación con FIS.com, el titular de la Dirección General de Pesca y Acuicultura (Digepesca) de Honduras, Pedro Marcio Castellón, dijo que durante la gestión de gobiernos pasados, "se otorgaron permisos de explotación que no respetaban las normas de medioambiente. Se cometieron excesos y se destruyeron zonas de manglares". En la actualidad, son algunas de esas empresas beneficiadas las que quieren ampliar su zona de acción.

Castellón dijo que los pescadores tienen razón en muchas de sus protestas, pero no en todas ya que, por ejemplo, para la zona del golfo llamada La Berbería no será aprobada la ampliación. También añadió que "el daño en algunas zonas es irreversible, y ahora hay que explotarlas".

La zona de humedales del Golfo de Fonseca es uno de los sitios Ramsar establecidos por la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida como la Convención de Ramsar, y firmada en la ciudad iraní de Ramsar en 1971. Entre los países firmantes -unos 200 en la actualidad- se encuentra Honduras.

Al parecer, las autoridades no dejarán de tener en cuenta sus compromisos internacionales a la hora de responder a las demandas de empresarios y pescadores. Para el funcionario de Digepesca, la situación se complica por la difícil situación económica de Honduras. Según su visión, el país necesita la explotación de las camaroneras, pero una "explotación ordenada, que aproveche racionalmente los recursos".

Por Patricia Lorú