
Fuente: El Heraldo, Tegucigalpa
Honduras - Desprotegidas la acuicultura y la pesca
jueves 12 de mayo de 2011
Desprotegidas la acuicultura y la pesca
Honduras, 12.05.11
Eloy Ortega Souza
Por todos es sabido que la acuicultura y la pesca constituyen importantes actividades hidrobiológicas, propias para generar riqueza, esencial para fortalecer e incrementar las bases del crecimiento económico y crear las diferentes oportunidades para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar social de la ciudadanía.
Los recursos hidrobiológicos pueden ser accesibles a todos los que quieran participar en estos procesos productivos, pero se han encontrado amenazas y debilidades en su manejo, explotación y conservación, las cuales deben ser eliminadas en el corto plazo para evitar una crisis en el mediano y largo plazo, que pueda causar incluso la extinción de dichos recursos, con daños irreversibles en el tiempo para el desarrollo de los recursos pesqueros y acuícolas, de la protección del medio ambiente y del desarrollo económico.
Por lo tanto, se hace esencial fortalecer un buen manejo, un aprovechamiento responsable y la conservación de los recursos para crear oportunidades que garanticen su utilización en forma sostenible.
Es vital y urgente actualizar la Ley de Pesca aprobada y vigente desde 1959 y crear un marco jurídico para la acuicultura, ya que estas dos actividades regidas en el marco de la nueva Ley de Pesca y Acuicultura, con una visión integracionista de la región centroamericana, de manera que las leyes regionales sean armónicas en temas puntuales como la competitividad, conservación, crecimiento, desarrollo y uso inteligente de los recursos hidrobiológicos nacionales y la equidad social.
Es importante mencionar que la pesca y acuicultura han sufrido falta de asistencia financiera, científica y tecnológica (mayor incidencia de estas deficiencias en el subsector de la pesca), que han obstaculizado las iniciativas encaminadas al aprovechamiento responsable de los recursos. Las normas para corregir estas deficiencias, en la nueva Ley de Pesca y Acuicultura deben incluirse, para que existan opciones encaminadas hacia la producción responsable, rentable, y sostenida de los recursos.
Desde sus inicios hasta el día de hoy la industria acuícola se encuentra sin ley. Durante unas cuatro décadas se ha sostenido gracias a que sus inversionistas, ejecutivos y técnicos con la ayuda del Gobierno han adoptado y ejecutado sistemas de aseguramiento de calidad, buenas prácticas de campo y de manufactura, que han facilitado su expansión y su certificación en los mercados nacional e internacional.
Recientemente, los ministros y secretarios de Estados miembros del SICA suscribieron en El Salvador, un acuerdo de integración de la pesca y acuicultura, por lo que se hace coyunturalmente oportuno crear la Ley de Pesca y Acuicultura, tomando las mejores experiencias de todas de la región y que la nueva Ley de Honduras sea la más moderna, segura y práctica.
Llamo la atención de los diputados del Congreso Nacional para que legislen transparentemente en beneficio de los intereses de los recursos pesqueros y naturales del país y de la región.
En esta época de la globalización y de la trazabilidad es importante contar con una Ley de Pesca y Acuicultura que tenga por objeto regular, ordenar, fomentar y armonizar las actividades de la pesca y acuicultura, asegurando la conservación y el desarrollo sostenible de los recursos hidrobiológicos que se encuentran en aguas jurisdiccionales tanto del mar como de todos los cuerpos de agua marinas interiores insulares y continentales, lo mismo que, su protección, renovación, desarrollo y aprovechamiento porque son de interés nacional y particularmente en lo social, ambiental y económico.
Una nueva Ley de Pesca y Acuicultura que contenga ejes transversales que incluya temas tales como infraestructura, fortalecimiento sectorial y de promoción, normatividad y regulación, capital humano, innovación y sostenibilidad.
Desde luego, en esta nueva etapa en que Honduras se abre al mundo de la inversión y de su protección, es una necesidad imperiosa que Honduras posea una Ley de Pesca y Acuicultura moderna y sobre todo que propicie el establecimiento de las distintas plataformas que brinden desarrollo económico, social, estabilidad democrática y paz en la región centroamericana.
El gobierno y los hondureños esperamos que en el futuro cercano el país sea afectado positivamente en su desarrollo económico, estabilidad política y equidad social. Que así sea.