
Fuente: Fish Information Services, FIS
Japon - El gobierno arroja dinero y concreto para frenar la declinacion de los stocks de peces
martes 24 de septiembre de 2002
La pintoresca isla pesquera de Ikitsuki, conectada por medio de un puente al extremo occidental de Japón, ha visto mejores épocas. Los pescadores se están yendo, y las embarcaciones pesqueras están siendo retiradas de servicio.
"La mayor parte del tiempo estamos luchando para poder llegar a fin de mes", dijo Tanaka, un trabajador de 66 años de la empresa pesquera local Kaneko Gyogyo, que no quiso dar su nombre de pila.
El mes de mayo pasado su compañía acordó seguir un programa para detener las operaciones de sus tres buques pesqueros más grandes, y despidió a unos 50-60 trabajadores que ya estaban por jubilarse.
"La captura está desminuyendo cada vez más, y es difícil seguir adelante con el negocio", dijo Tanaka.
"Es necesario pagar salarios también, por lo que algunas personas debieron irse, lo cual significó que finalmente nos redujéramos."
La industria pesquera está sufriendo en todo Japón. En 2000, el último año del cual se tienen cifras disponibles, la captura total del país llegó a 6,4 millones de toneladas, la mitad del pico alcanzado en 1984.
Mientras que los altos precios contrarrestaron en parte la caída paulatina de las capturas, la recaudación de la pesca continúa siendo baja -JPY 1,0 billón (USD 8.400 millones)-, en comparación con sus posibilidades de producción máxima.
"Estamos en crisis", dijo Ryutaro Yamamoto, un asistente de sección de la Agencia de Pesca. "La situación ya es muy difícil".
Desde 1976, Japón, que es considerado un país líder en el desarrollo de arrecifes artificiales, arrojó miles de toneladas de concreto y metal al mar, lo cual significa que le costaría unos JPY 562,6 mil millones solucionar el problema.
Los arrecifes, que son masas de bloques de concreto, estructuras de forma piramidal de vigas de metal, barcos hundidos y pilas de neumáticos, fueron diseñados para atraer a los peces, y ahora se encuentran a lo largo de toda la costa japonesa.
Hasta el año pasado cubrían unos 16.300 kilómetros cuadrados, es decir el 12,3% del área de pesca de toda la zona costera de Japón.
Sin embargo, el Gobierno nacional de Japón no tiene amplias estadísticas que prueben que el despliegue masivo de arrecifes artificiales haya contribuido a la disminución de las capturas, aunque ciertamente significó trabajo para la tambaleante industria de la construcción.
"Es algo vergonzoso, pero no tuvimos en cuenta el efecto total que causarían los arrecifes", dijo Yamamoto.
"Hasta ahora, siempre pensamos que era correcto concentrarse en la cantidad de dinero que teníamos para gastar dentro de nuestro presupuesto", dijo Yamamoto. "Pero ahora se nos pide que tengamos un objetivo en mente".
El nuevo plan gubernamental, adoptado en abril, requiere que las capturas anuales en aguas costeras se incrementen en 370.000 toneladas por año durante un periodo de 10 años, lo cual significaría volver al nivel de capturas de mediados de los años 70.
"También consideramos la necesidad de recolectar datos", dijo Yamamoto.
"Para nosotros, ésta es una gran prueba".
En Ikitsuki, un pueblo de unas 8.600 personas, en donde 92 equipos de pesca dejaron de funcionar y 2.000 personas se mudaron en los últimos 25 años, los parroquianos afirmaron que cualquier medida sería bienvenida.
"Existe una gran cantidad de lugares donde se pueden ver estos arrecifes", dijo un pescador de 32 años, que se tomaba un recreo junto con su familia cerca del faro de Obae, en la costa norteña de la isla. "Creo que gran cantidad de peces se reúnen allí. Cualquier cosa que logre hacer esto significa para nosotros algo bueno".
Sólo la preocupación por el medio ambiente, y un análisis gubernamental del costo-beneficio, podría detener la existencia de elementos de concreto y metal en los océanos.
La prefectura de Nagasaki, en la que se encuentra la isla de Ikitsuki, está estudiando la expansión de un nuevo proyecto de arrecifes submarinos hechos de concreto de cenizas de carbón, pero un científico local dijo que estaba preocupado por el uso de neumáticos para atraer a los peces.
Los neumáticos contienen compuestos químicos. El que sea algo malo para el medio o no, no lo sé", dijo Takehiro Takemasa, profesor de ciencias del medio ambiente en la Universidad de Nagasaki. "Esto es algo que deberá analizarse a largo plazo".
"Personalmente, tengo la sensación de que agregar neumáticos a los arrecifes de pesca es una forma, simple y llana, de verter ilegalmente basura al mar", aseveró.
Masaru Maeda, profesor de estudios sobre el medio oceánico en la Facultad de Pesca de la Universidad de Tokio, dijo que prácticamente no existían estudios que prueben que los arrecifes dañan al medio ambiente, pero afirmó que pueden hacer algo más aparte de atraer los stocks agotados hacia la costa.
"Los peces se acercan a los arrecifes para buscar lugares de descanso o lugares para esconderse, pero si estos lugares también se cubren de algas marinas, los peces pueden desovar y de allí en más reproducirse", explicó.
Yamamoto, de la Agencia de Pesca, dijo que el posible daño que ocasionaría el impacto de los neumáticos estaba siendo estudiado, y que las nueve pilas de neumáticos incrustadas en el concreto arrojado en los últimos años desde las costas de la isla de Ikitsuki tenía sólo una dimensión "experimental" en comparación con la extensión de toda la naturaleza.
por AFP