Fuente: La Prensa, Ciudad de Panama
Panama - Panama contra las ballenas
martes 17 de junio de 2003
Nuevamente el voto panameño se alió al de Japón y otros 18 países a favor de la caza del cetáceo
JUAN LUIS BATISTA
Pese al voto de Panamá, Nicaragua y Japón, las organizaciones ecologistas y los países partidarios de reforzar la protección a las ballenas obtuvieron ayer, en la capital germana, una victoria, cuando la Comisión Internacional de la Caza de la Ballena (IWC) aprobó la llamada "Iniciativa de Berlín".
Es la segunda ocasión en que Panamá apoya las pretensiones del Japón, pese a las críticas de los grupos conservacionistas.
Según la agencia de noticias EFE, la propuesta, impulsada por México, permitirá, en el seno de la IWC, la creación de un comité dedicado exclusivamente a políticas de conservación de los cetáceos. La IWC fue creada hace 55 años para regular la explotación de este recurso pesquero, aunque el preámbulo de su convenio fundacional se refiere también a su "uso sostenible", recordó el comisario mexicano Andrés Rosenthal, impulsor de la iniciativa, aprobada 25 votos a favor y 20 en contra.
Panamá figura entre los países que votaron en contra de la iniciativa, informó Gabriel Despaigne, de Greenpeace. Igualmente votaron en contra China, Dinamarca, Santa Lucía, Guinea, Islandia, Japón, Corea, Mongolia, Marruecos, Nicaragua, Noruega, Palau, Rusia y Dominica.
Favorecieron la iniciativa Austria, Brasil, Chile, Finlandia, Francia, Alemania, India, Italia, Perú, Estados Unidos, Suiza y Argentina.
El debate se centró entre el bando de los arponeros, encabezados por Japón, Noruega e Islandia, y los conservacionistas, encabezados por México.
El ambiente de enfrentamiento se hizo patente desde el principio, tras el alegato conservacionista con que la ministra alemana de Agricultura, la verde Renate Künast, inauguró la reunión en calidad de anfitriona.
A su discurso siguió un intento de Japón, apoyado por Noruega e Islandia, de tachar del orden del día la votación sobre la Iniciativa de Berlín y otras relativas a santuarios de ballenas.
En las filas de la delegación nipona -de 48 miembros, a diferencia, la más numerosa de la asamblea- no reinó precisamente la resignación tras aprobarse la iniciativa, sino que surgieron amenazas de no cofinanciar el futuro comité conservacionista.
En el largo debate que precedió a la votación, Japón argumentó que la IWC no es la institución competente para ocuparse de la protección de los cetáceos y consideró el comité como una "intromisión" de las organizaciones ecologistas.