Fuente: La Republica, Lima

Peru - Bahia de Chimbote agoniza

CAROLINA MARTÍN.-

viernes 12 de diciembre de 2003

Por CAROLINA MARTÍN.-

Pozas de recuperación de aceite junto a la playa. Algunos habitantes de Chimbote trabajan "reciclando" sustancias grasas desechadas por las fábricas de harina de pescado de la zona.

Navegar por las aguas de la Bahía de El Ferrol (Chimbote) es una experiencia desoladora. Cuanto más se aleja el barco del muelle, más tiene uno la sensación de estar flotando sobre un colchón de aceite. El agua es verdosa, espesa y en algunos puntos muestra ese brillo propio de los aceites industriales vertidos desde cualquier punto de la ciudad.

Durante su recorrido por la ensenada, además, la embarcación va dejando tras de sí una estela negra y carente de vida. La hélice del barco, con su rutinario movimiento, levanta lo que parece ser cieno, y destapa una realidad más profunda y sin duda mucho más grave: los más de dos metros de lodo sedimentado, producto de décadas de deshechos de la industria pesquera, que cubren por completo el fondo de El Ferrol.

El paisaje de Chimbote visto desde el mar tampoco es mucho más esperanzador.
Las casas de la ciudad se entremezclan sin orden ni concierto con las mismas fábricas de harina de pescado que despiden el fuerte hedor que ya caracteriza a esta ciudad portuaria. El aire, en algunos puntos, se tiñe del amarillo de los humos que Siderperú expulsa por sus chimeneas.

El diagnóstico final no deja lugar a dudas. La Bahía de Chimbote agoniza. Y terminará muriendo en poco años si continúa recibiendo sin tregua todos los deshechos que produce la ciudad. Desde los aceites y otras sustancias tóxicas de las industrias, hasta los residuos de las cientos de embarcaciones que plagan el golfo, pasando por las aguas domésticas sin tratar de los más de 350 mil habitantes que conforman Chimbote.

SALVAR LA BAHÍA

Enrique Millones, coordinador del equipo de consultores de NJS.

Recuperar la ensenada del principal puerto pesquero del país es el objetivo del Plan de Recuperación de la Bahía de El Ferrol, un proyecto que surgió en el 2002 a pedido del gobierno central, alarmado por el alto grado de contaminación y destrucción del mar en Chimbote.

Este ambicioso pero necesario programa implica también a los gobiernos locales, ONGs, agrupaciones vecinales e incluso a un organismo internacional, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), a quien se solicitó la cooperación técnica para el estudio que determinaría los parámetros concretos a desarrollar por el Plan de Recuperación.

En la actualidad es la Consultora NJS (financiada por JICA con US$ 200 mil), la que se está encargando de esta labor, a través de 9 consultorías que estudian el ecosistema de la bahía y analizan su degradación hidrosférica y litosférica. NJS, además, está haciendo un Catastro Ambiental de la Bahía, para poder comparar su comportamiento a lo largo de los años y lograr establecer así las soluciones más adecuadas para su futura gestión ambiental.

Los resultados de los diferentes estudios en la zona señalan de manera clara la magnitud de un problema que se viene fraguando desde la década de los 50, cuando se descubrió el gran potencial de la zona, dada la posición estratégica de la Bahía y su gran diversidad biológica.

Hoy, apenas medio siglo después, la sobreexplotación desmesurada y sin control de Chimbote y su ensenada muestran un paisaje devastado, cuya actividad económica se centra en empresas de siderurgia y pesqueras que no cumplen con la legislación ambiental, derivando sus aguas residuales sin previo tratamiento, dañando así el ecosistema marino.

Los niveles de salud de la ciudad están a su vez altamente deteriorados, y hay un alto número de casos de enfermedades vinculadas a la piel, que afectan las vías respiratorias y el aparato digestivo.

EDUCAR A LA POBLACIÓN

A pesar de que la pesada maquinaria que supone el Plan de Recuperación de El Ferrol ya se ha puesto en marcha, largo es el camino que Chimbote deberá recorrer para ver recuperada su Bahía.

Enrique Millones, coordinador del equipo de consultores de NJS, asegura que para lograr rescatar la ensenada es básico el trabajo en varios frentes, ya que el engranaje de la base económica que sustenta Chimbote (productor de casi el 50% de la harina de pescado que se consume en el mundo) está movido por intereses industriales y políticos que no siempre priorizan el medio ambiente.

Para él, sin embargo, la labor más importante es la concientización de una población acostumbrada a usar la bahía como basurero. Los habitantes de Chimbote no son en absoluto conscientes de los problemas que les ocasiona la degradación del medio en que viven, y no es raro ver a niños bañándose en las playas del lugar o a adultos trabajando en contacto directo con aceites altamente tóxicos que "reciclan" y venden después con fines desconocidos.

El tiempo estimado en revertir la situación de la Bahía nadie lo sabe con exactitud, ya que depende directamente de la inversión en la zona.