
Fuente: Semana Economica, Lima
Perú - China Fishery: ¿por qué la pesquera más grande del Perú está en crisis?
jueves 4 de febrero de 2016
China Fishery: ¿por qué la pesquera más grande del Perú está en crisis?
03 FEBRERO 2016
La calificación crediticia de la pesquera China Fishery cayó a default, el nivel más bajo que otorga la agencia S&P. ¿Por qué la pesquera más grande del Perú está en crisis financiera?
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POR DIEGO CHIRINOS
03 febrero 2016
La situación de China Fishery, la empresa pesquera más grande del Perú, es cada vez más complicada. La agencia Standard & Poor’s recortó nuevamente la calificación de la empresa a “D“, luego que la compañía no realizara un pago de cupón de bonos en dólares. La calificación, la más baja de la agencia, significa que la empresa está en default o en incumplimiento de sus obligaciones.
Hace unas semanas, la matriz de China Fishery –Pacific Andes International Holdings (PAIH)– anunció que pondría en venta de todos sus activos en el Perú –entre ellos, la pesquera Copeinca–, agrupados en la empresa CFG Investment SAC. La decisión fue motivada por el proceso de liquidación que se le inició al grupo el pasado 25 de noviembre, por incumplir el pago de bonos por alrededor de US$30 millones al HSBC.
Esta situación se da a poco más de dos años de que China Fishery adquiriera Copeinca, que entonces era la segunda pesquera más grande del Perú y estaba controlada por la familia Dyer. Copeinca tenía el 10.7% de la cuota del mercado peruano de anchoveta, el principal producto pesquero del país. Al adquirir Copeinca, China Fishery acumuló el 16.9% de la cuota del mercado peruano de anchoveta.
¿Cómo la productora más grande del mundo de harina y aceite de pescado y la principal pesquera del Perú llegue a este punto crítico?
COMPRA RIESGOSA
La compra de Copeinca por parte de China Fishery generó mucha controversia en ese entonces, ya que se inició con una oferta hostil en la bolsa de Oslo –donde listaban las acciones de Copeinca– por US$556 millones. Posteriormente, los ejecutivos chinos negociaron con la familia Dyer y, finalmente, pagaron alrededor de US$800 millones. Así, Copeinca pasó a representar cerca del 70% de los ingresos de China Fishery.
El aumento en el precio final hizo que China Fishery asuma mayor riesgo y se endeude para concretar la compra. Así, las operaciones en el Perú de la empresa pasaron de tener un ratio deuda/ebitda cercano a 2x –un nivel saludable para la industria pesquera– a tener niveles de entre 6x y 7x, según una fuente que participó en la transacción que pidió mantener su nombre en reserva.
Además, el grupo chino emitió bonos por US$300 millones para poder concretar la compra, que se sumaron a la otra deuda de US$250 millones también para adquirir Copeinca. “El negocio pesquero tiene un riesgo que proviene de la naturaleza. Agregarle a éste un fuerte apalancamiento es tomar demasiado riesgo”, indica Carlos Paredes, especialista en el sector pesca y socio de la consultora Intelfin.
La riesgosa apuesta de China Fishery no fue acompañada por buenos años del sector pesquero peruano. La compra se concretó en el 2013, pero tanto el 2014 como el 2015 fueron años difíciles porque el calentamiento del mar llevó a que el Estado otorgara una cuota baja de captura de anchoveta, de cuyo procesamiento surge la harina y el aceite de pescado, las principales fuentes de ingreso de las pesqueras industriales.
Entre el 2008 y el 2013, la cuota anual promedio de anchoveta fue de 5.1 millones de TM; en el 2014 la cuota anual fue de sólo 2.8 millones de TM –sólo se abrió una temporada de pesca y no dos, como es usual–; y en la segunda temporada del 2015 la cuota fue de apenas 1.1 millones de TM, una de las más bajas de la última década.
PROBLEMAS Y MÁS PROBLEMAS
A la par de los inconvenientes de su subsidiaria en el Perú, la matriz Pacific Andes International Holdings (PAIH) experimentó problemas y disputas en otros países en los que estaba presente.
En el 2012, el gobierno ruso acusó a China Fishery de malas prácticas empresariales, le exigió vender sus activos pesqueros en dicho país y le quitó las licencias de pesca. Si bien no se han conocido cifras exactas, algunas fuentes del sector indican que a raíz de ese problema la matriz china podría haber perdido alrededor de US$150 millones.
Algo similar sucedió en el 2015, cuando se le inició al grupo una investigación en la bolsa de Singapur –en la que lista la matriz de China Fishery– también por malas prácticas empresariales relacionadas al reporte de números. “Las autoridades de Singapur incluso vinieron a la sede peruana de China Fishery para realizar la investigación”, señala una fuente cercana a la empresa que pidió mantenerse en el anonimato.
Si a esto se le suma que el grupo chino realizó inversiones en el negocio de palma aceitera de Malasia cuando el precio de este commodity superaba los US$1,000 y ahora bordea los US$500, la crisis actual no resulta tan descabellada.
Todo ello llevó a que el banco HSBC –uno de los prestamistas de los bonos– iniciara un pedido para liquidar a China Fishery y China Fisheries International Limited –otra subsidiaria de la matriz PAIH–.
¿ALGÚN AMANTE DEL RIESGO?
Recientemente, China Fishery alcanzó un acuerdo con HSBC y otros prestamistas de sus bonos, lo que llevó a terminar con el pedido de liquidación hecho ante el Poder Judicial de las Islas Caimán. “Esta decisión significa que ya no hay liquidadores provisionales dentro de China Fishery, lo que abre el camino para que el grupo retome sus operaciones normales y alcance el máximo valor de la venta de su negocio en el Perú”, declaró Jessie Ng, managing director de China Fishery. Se espera que esta decisión agilice el proceso de venta en el Perú.
China Fishery ha argumentado que tiene ofertas de tres acreedores por hasta US$1,700 millones para vender sus activos en el Perú. Este monto supone un ratio de US$100 millones por cada 1% de cuota de pesca. “A ese precio y con las condiciones actuales del sector –cuotas pequeñas, elecciones, y una ley de cuotas que vence en el 2018– resulta difícil de creer que alguna pesquera peruana pueda asumir ese riesgo”, señala Carlos Paredes de Intelfin.
Si bien no existe una cifra exacta, diversas fuentes del sector coinciden en que el precio actual del 1% de la cuota de pesca debería oscilar entre US$60 millones y US$70 millones. Así, es probable que tanto las empresas extranjeras como locales esperen a que la crisis de China Fishery se agrave –que incumpla nuevos pagos– para poder ‘pescar en río revuelto’.