Fuente: Revista Caretas, Lima
Peru - Cuidado. El Perú sería el tercer país peor golpeado por el cambio climático de la Tierra.
2025 Año Cero
viernes 8 de junio de 2007
Los ríos de la costa languidecerían tras la desaparición de los nevados en los Andes en menos de 20 años. Los peores escenarios sobre el impacto planetario del calentamiento global proyectan catástrofes naturales sin precedentes en todo el orbe. Y el Perú está en el ojo de la tormenta. Tras una secuela de fenómenos de El Niño cada vez más depredadores y el deshielo inmisericorde de los picos nevados andinos, sobrevendría la Gran Sequía en la sierra y la costa peruana tan pronto como en el año 2025. El experto peruano en desastres naturales, Julio Koroiwa, suena las alarmas.
Paradójicamente el último reporte sobre calentamiento global hiela la piel. El 4 de mayo último en Nueva York, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Meteorológica Mundial (OMN) confirmaron la inquietante tendencia al alza de la temperatura mundial y alertaron sobre la posibilidad de violentos desastres climáticos en los próximos años.
Habrá lluvias torrenciales e inundaciones cada vez más destructivas, el Fenómeno de El Niño será cada vez más depredador y, luego, vendrán las sequías.
Y, el Perú, esta vez está en el ojo de la tormenta.
De acuerdo con las ominosas conclusiones del Tyndall Centre de Inglaterra (2004), el Perú es el tercer país más vulnerable del mundo a los eventos climáticos extremos junto con Honduras y Bangladesh. Luego de una secuela de El Niño, avalanchas y ríos locos, sobrevendría la Gran Sequía –a lo largo y ancho de la sierra y la costa peruana.
“Ni en los desiertos de Arabia la escasez de agua será tan crítica como en nuestra costa”, describió el experto en desastres naturales peruano, Julio Kuroiwa. Según Population Action International (PAI), organización especializada en demografía y medio ambiente, la ‘escasez hídrica’ en la costa peruana sería de tal magnitud que la ración de agua per cápita se reduciría a la mitad de la presente exigua cantidad.
El radical cambio del patrón hídrico tendría severas consecuencias en la agricultura costeña –en la que se sustenta el grueso de la agroexportación local– y el abastecimiento de agua de las urbes.
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La disponibilidad de agua en la costa peruana se reduciría a la mitad de la actual exigua dosis.
La especial vulnerabilidad del Perú al calentamiento global se explica por una sencilla razón: la dependencia hídrica de la costa a la existencia de los picos nevados en los Andes peruanos. No es casual que el río Santa, alimentado por los glaciares acumulados en la Cordillera Blanca, Ancash, sea el más caudaloso de la costa peruana.
Pero múltiples estudios científicos confirman que el Pastoruri y otros gigantescos glaciares están derritiéndose de manera alarmante, a lo largo de la cordillera peruana, en los últimos años.
“Lo vemos cuando viajamos de Lima a Huancayo y notamos que ya no hay nieve”, describió Ricardo Giesecke, responsable de la Unidad de Cambio Climático del Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAM). “Si sigue aumentando la temperatura del planeta, el hielo se va a derretir. En los primeros años, el caudal de los ríos aumentará, pero si desaparecen los nevados habrá un abrupto corte en la producción de agua”, advierte Giesecke.
No sería la primera vez que esta parte del litoral del Pacífico Sur atravesara por una devastación semejante. Según el arqueólogo japonés Izumi Shimada, la Cultura Sicán desapareció por 30 años de sequía en Lambayeque a inicios del primer milenio después de Cristo. Pero la alerta internacional proyecta incrementos en la temperatura del planeta que harán estallar los termómetros.
La Tierra se ha calentado 1,5o C a 2o C en los últimos 150 años – antes esos cambios se daban cada 100,000 años, afirma Giesecke. Pero si la emisión de gases de carbono se mantiene al presente ritmo la temperatura del planeta aumentará 3o C o 4o C.
Si desaparecieran las nieves eternas del Huascarán y el resto de sus vasallos, el panorama sería desolador.
En el camino, las guerras por el agua en los titulares no serían exclusivamente del Medio Oriente, sino en nuestra propia vecindad. Ya hay trifulcas por el agua en el país –Moquegua versus Arequipa, Huancavelica versus Ica, Tacna versus Southern Perú–, pero las consecuencias políticas y sociales de una crisis de abastecimiento de agua como la proyectada serían de marca mayor.
“Lima, Ica, Moquegua y Tacna son las cuencas con mayor déficit de agua y las más vulnerables”, confirmó Abelardo de la Torre, especialista en proyectos hidráulicos y asesor del Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena).
“Es necesario tomar medidas drásticas en el corto plazo para evitar una catástrofe”, advierte Kuroiwa. “Pero en nuestro país no parecemos preocupados”. El experto demanda una agenda de acción inmediata para preservar los recursos hídricos amenazados.
El primer importante paso se debe dar en las laderas y estribaciones cordilleranas, haciendo lo posible para preservar los bosques y otros ecosistemas como el de la yareta, actualmente depredados a velocidad asombrosa por agricultores, sostiene Kuroiwa. Los bosques y otros sistemas de pastos son reservas hídricas naturales de las cuales depende el ciclo de agua general.
Se debe ir pensando también en la construcción futura de un complejo de sistemas de reservas de agua –actualmente el 80% del caudal de los ríos de la costa se pierde en el mar– pero eso va a costar un ojo de la cara.
Si los peores pronósticos científicos internacionales se confirman, restan apenas 18 años para prepararnos para las dramáticas secuelas de la Gran Sequía.
Uff, Bush
“Voluntarista” le dijo Lula.
Tardía reacción de Bush. Lula da Silva le recuerda el protocolo de Kyoto.
EL presidente de EE.UU., George W. Bush, propuso esta semana que los países que más contaminan en el mundo determinen hasta finales del 2008 una meta de emisiones de los gases que producen el efecto invernadero. Vaya, por fin. Pero el presidente Luiz Inacio “Lula” da Silva de Brasil calificó la propuesta de “voluntarista”. “¿Si ya tenemos Kyoto, por qué inventar otra propuesta y no cumplir con aquello que ya está determinado?”, declaró. El pacto de Kyoto establece que para el 2011 las emisiones de gases invernadero deben reducirse a niveles de 1990. El cambio climático es uno de los puntos de agenda prioritarios de la Cumbre de los Ocho (G – 8) del 6 al 8 de junio en Heiligendamm, Alemania. Se trata de la primera vez que la Casa Blanca acepta la implementación de parámetros internacionales para frenar la contaminación.
Millones Al Agua
Costo de problemas ambientales cuestan 3,9% del PBI.
El Banco Mundial (BM) presentó el informe “Análisis Ambiental del Perú” (AAP) el último miércoles 6. El evento se extiende hasta el jueves 7 en el Hotel Miraflores Park Plaza. El primer ministro, Jorge del Castillo, y la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, confirmaron su asistencia como muestra del compromiso del Estado. Renán Poveda, especialista del BM, expuso las conclusiones del documento.
–“Los problemas ambientales cuestan al país S/. 8,2 billones anuales, lo que equivale al 3,9 % del PBI en el 2003. Los más altos costos se deben al inadecuado abastecimiento de agua, sanidad e higiene, contaminación atmosférica urbana, desastres naturales y contaminación por plomo”.
–“La estructura organizacional del gobierno del Perú es inadecuada para reducir la vulnerabilidad a los desastres naturales, puesto que no hay una entidad nacional que articule y conduzca la implementación de una estrategia de largo plazo para incorporar la prevención de desastres y la evaluación de riesgos al desarrollo planificado nacional y regional. En salud ambiental, los recursos limitados de Digesa y su baja jerarquía constituyen severos obstáculos para resolver los graves problemas de saneamiento ambiental.”
–“El costo de la degradación ambiental es más alto que en otros países con niveles de ingreso similares. En Colombia, país con nivel de ingreso medio-alto, y países de África del Norte y Medio Oriente con ingreso bajo-medio, el valor monetario de la elevada morbilidad y mortalidad típicamente se encuentra debajo del 2% del PBI, cuando en Perú es del 2.8 % del PBI.”
–“Los efectos negativos de la minería son todavía materia de preocupación. Por ejemplo, en Trujillo, un estudio del Ministerio de Salud descubrió que como resultado de la contaminación del agua proveniente de las actividades industriales y mineras, el 23,5 % de la población tenía niveles de cadmio en la sangre que excedían los estándares internacionales.”