Fuente: El Comercio, Lima
Peru - El gas dinamizara el norte chileno
martes 30 de septiembre de 2003
Entre los beneficios figura una mayor actividad industrial. Unos US$2.400 millones de inversión serán materializados por donde se exporte el gas
Santiago [De El Mercurio]. Vínculos comerciales más estrechos con Bolivia, más diversidad en la matriz energética, precios más bajos de la energía y mayor actividad industrial en la zona norte son algunas de las claras ventajas que aparecen para Chile si el gas boliviano se exporta por un puerto nacional hacia el mercado de California (Estados Unidos).
Al menos así lo indican fuentes del Gobierno y de las empresas de energía del país, las cuales prefieren mantener su reserva porque saben que no es el momento de hablar abiertamente de los beneficios que puede obtener Chile del gas boliviano, considerando la fuerte oposición que hay en el país altiplánico.
La semana pasada recrudeció la violencia en Bolivia y las protestas contra el Gobierno de quienes no desean que se exporte por Chile. Han sacado a relucir las diferencias políticas del pasado, la soberanía del mar y la desconfianza de que el pueblo boliviano no reciba los beneficios por la explotación de ese recurso natural.
En este marco cabe preguntarse: ¿Qué gana Chile con el gas boliviano? Según fuentes empresariales, hay que entender que este es un gran proyecto. Hay más de US$5.000 millones de inversión en juego. El gas natural que se explotará en Tarija debe ser trasladado por gasoductos hacia un puerto del Pacífico. Chile quiere que sea Patillo, ubicado en la I Región.
Luego una planta de licuefacción deja en condiciones de transportar ese gas, por vía marítima, hacia México, donde una planta de regasificación lo volverá a su estado natural. Desde ahí y a través de otros gasoductos será llevado a California. En este proyecto unos US$2.400 millones de inversión serán materializados en el país por donde se exporte el gas, recursos que incluyen la planta de licuefacción, inversión portuaria y gasoductos.
Según ejecutivos del sector, parte de esta inversión puede ser aprovechada por empresas nacionales. Hasta ahora Gas Atacama ha manifestado su interés en participar en la construcción del gasoducto y el grupo Sigdo Koppers en la planta de licuefacción. Además, hay navieras que tienen puestos sus ojos en el transporte marítimo del gas.
El proyecto también puede traer una mayor actividad en el norte del país, considerando que en la etapa de construcción se requerirá una importante mano de obra.
Además, hay ventajas estratégicas. Bolivia se puede convertir en un nuevo proveedor de gas para Chile, en un escenario donde hoy el 100% de este viene de Argentina. Según fuentes gubernamentales, si llega gas boliviano al mercado interno el valor de este combustible bajará, lo que mejoraría los costos de las centrales eléctricas y precios de la energía.
También ejecutivos de la industria estiman que se puede construir un gasoducto que se extienda entre la II a la Región Metropolitana o una planta de regasificación en la V Región, que sea abastecida por los barcos que llevarán el gas a EE.UU. Esto puede incidir sobre la seguridad de abastecimiento de la energía eléctrica y sobre el precio de la luz.
A su vez, en el largo plazo hay quienes ven que el gas natural boliviano puede servir como puente para el desarrollo de la industria petroquímica en el norte del país.
Las fuentes gubernamentales explicaron que también hay beneficios políticos para Chile. Un proyecto de esa naturaleza arrastra un lazo importante en las relaciones comerciales y diplomáticas.