Fuente: La Republica, Lima
Peru - Gas boliviano: Ni por Chile, ni por Peru?
HUMBERTO CAMPODÓNICO
martes 30 de septiembre de 2003
Por HUMBERTO CAMPODÓNICO.-
Cuando se escuchan las noticias provenientes de las movilizaciones de Bolivia que tienen verdaderamente jaqueado al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, uno podría pensar que el eje central de la protesta y de las movilizaciones tiene que ver con el rechazo a la salida del gas natural de Tarija por un puerto chileno.
En verdad, la cosa es más compleja, pues la protesta está íntimamente relacionada con el fracaso del modelo económico, que se viene implementando desde 1985, cuando la caída de Siles Zuazo llevó al poder a Víctor Paz Estenssoro del MNR. Desde entonces, en Bolivia se ha abierto la economía y se ha privatizado casi todas las empresas públicas (petróleo, aerolínea, ferrocarriles, electricidad).
El resultado no ha sido un crecimiento sostenido, sino la "estabilidad de fondo de pozo" (Bolivia está estable, pero en el fondo de un "hueco negro"), con tasas de crecimiento per cápita en los 90 inferiores al 2,5% del PBI y que, desde 1999, son negativas, lo que hace que la pobreza alcance al 80% de la población.
En las elecciones del año pasado, el dirigente cocalero Evo Morales salió segundo, con la oposición (por decir lo menos) de Washington, canalizando el descontento. En febrero hubo una gran protesta contra el "impuestazo"
gobierno-FMI (recorte de salarios), que incluyó motines policiales.
En las últimas semanas, ha crecido la movilización indígena, con bloqueos de carreteras. Desde ayer lunes, la Central Obrera Boliviana (COB) se ha unido al movimiento. Si a esto le agregamos un fuerte sentimiento antichileno (el 70% de la población se opone a una salida por puerto chileno y, a la vez, percibe que eso es lo que quiere el gobierno, haciéndole caso al consorcio
exportador) entonces casi todo está dicho.
Regresando al tema del gas natural, las noticias periodísticas dan cuenta que sectores radicales se oponen, no solo a la exportación por Chile, sino a la exportación pura y simple. Así sea por Perú. El argumento es más o menos el siguiente: el gas debe industrializarse en Bolivia y satisfacer el consumo doméstico. Solo después debe venderse.
Se afirma que la exportación de 1,000 millones de pies cúbicos diarios que plantea Pacific LNG (Repsol-YPF, British Petroleum y British Gas) a un precio en "boca de pozo" (en Tarija) de US$ 0,70 por millar de pie cúbico significaría exportaciones de US$ 300 millones anuales. Como la regalía es 18%, el gobierno recaudaría US$ 54 millones anuales, lo cual sería muy poco.
La ganancia fuerte estaría en la fase de comercialización, en la cual ya no participa Bolivia. Por eso, dicen estos sectores, la exportación del gas no conviene. Ni por Chile. Pero tampoco por Perú.
El impasse político y social en Bolivia es grande. Y el desenlace, incierto.
Se acusa a Evo Morales de pactar secretamente con Hugo Chávez y de estar, en estos momentos, en Libia, haciendo tratos con el "terrorista" Gaddafi.
Todo esto mientras en nuestro país se anuncia que Hunt Oil y Tractebel van a exportar el gas de Camisea como LNG a México y EEUU, por un valor de US$ 700 millones anuales (haciendo cifras, este monto no cuadra; pero lo analizaremos en un próximo artículo).
Sea como fuere, esperemos que el pueblo boliviano resuelva sus problemas pacíficamente y que la consulta popular sobre la exportación del gas se lleve a cabo. Si Bolivia desea exportar su gas, esperamos que lo haga por Perú, que ya ha hecho una generosa oferta al gobierno boliviano pues considera que, más allá de intereses económicos, lo que está en juego es la integración de nuestros países para lograr el desarrollo sostenible.