
Fuente: La Republica, Lima
Perú - La anchoveta es nuestro recurso más importante contra la anemia
viernes 28 de noviembre de 2014
26-11-2014
“La anchoveta es nuestro recurso más importante contra la anemia”
Un estudio del año 2008, realizado por la consultora Bakun & Weeks, detalla que en los últimos 60 años se han pescado más de 250 millones de toneladas métricas de anchoveta en el Perú, lo que significa que en la costa peruana se ha capturado el equivalente a más del 10% de lo que se ha capturado en todo el mundo en el mismo período.
Aun así el Perú es el país más afectado por la anemia de toda Sudamérica, de acuerdo a la OMS. Afecta a más del 50% de los niños en edad preescolar, al 42% de madres gestantes y al 40% de las mujeres en edad fértil que no están gestando. Estos niveles de prevalencia en cada grupo poblacional lo ubican en una situación comparable a la de la mayoría de países del África. No obstante su importancia, no se toma conciencia de la magnitud del problema y de sus consecuencias y costos. Más aún, el Estado peruano no ha desarrollado una política sistemática para combatir la anemia.
Al respecto el especialista pesquero e integrante de la “Asociación Pesquera para el Consumo Humano”, Alfredo Almendáriz Abanto, precisó que la anchoveta en el Perú no es utilizada de la manera correcta, ya que solo sirve para la elaboración de harina de pescado y se olvida que es un alimento altamente nutritivo.
“Nuestro colectivo trabaja para lograr una actividad pesquera sostenible, que sea ecológica, económica y social, permitiendo llevar el pescado a las mesas de las grandes mayorías del país, principalmente a los sectores más vulnerables de la población. Es injusto e ilógico que a pesar de tener el mar más rico del mundo, tengamos un pescado carísimo y graves problemas nutricionales, principalmente en nuestros niños”, advirtió.
Por otro lado, Almendáriz Abanto detalló que a lo largo de 60 años de pesca industrial para la producción de harina y aceite de pescado, esta ha sido la segunda actividad generadora de divisas (después de la minería), pero es necesario analizar cuál ha sido el costo para el país, desde un punto de vista ecológico, económico y social.
“Ecológicamente la producción de harina de pescado ha significado una reducción de especies comerciales como el bonito, jurel, caballa, cojinova, lenguado, corvina y muchas otras, la desaparición de valiosas especies como la sardina, que fue base de una importante industria de conservas y congelado, drástica reducción en la población de aves marinas de 14 millones a 1.5 millones de aves a lo largo del litoral, contaminación de bahías y zonas de influencia donde existe una planta de harina de pescado; por ejemplo, se estima que en la bahía de Ferrol en Chimbote, existen no menos de dos metros de sedimentos orgánicos arrojados por las fábricas de harina, además la evacuación masiva de gases durante el proceso de secado de harina produce una grave contaminación en el aire y problemas de salud para los habitantes en las zonas aledañas y daño a la acuicultura marina por la evacuación por parte de las fábricas de harina de pescado, de residuos del proceso y productos químicos de limpieza y desinfección al mar”, expresó.
Así también en el aspecto económico declaró que fue en el segundo gobierno del ex presidente Alan García, donde mediante la ley de cuotas pesqueras (DL 1084-2008-Produce) se ordenó en cierto modo el caos de la sobredimensionada flota pesquera industrial; pero también es cierto que se entregó el 100% del derecho de pesca de nuestro valioso recurso anchoveta a un oligopolio de ocho empresas, generándoles un inmenso beneficio económico, ya que hoy en día el punto porcentual de cuota está valorizado en cifras mayores a los 80 millones de dólares.
El mundo al revés
“El gran esfuerzo pesquero nacional está dirigido principalmente a la producción de harina de pescado para la industria acuícola mundial, lo cual es bueno para la acuicultura global, pero representa un inmenso perjuicio para la nutrición en nuestro país, siendo responsabilidad del Estado y de la sociedad civil realizar los esfuerzos necesarios para que la actividad pesquera se constituya en uno de los pilares de la seguridad alimentaria y nutricional en el Perú”, dijo Almendáriz.
“Los evidentes avances logrados por el país en el campo económico pierden todo sentido si no somos capaces de establecer estrategias que prioricen la alimentación de los niños peruanos, así como permitir que un grupo de empresas dicte la agenda de los gobiernos”, finalizó.