
Fuente: La Primera, Lima
Peru - La Niña friolenta
Luis A. Giampietri Rojas - Vicealmirante AP
viernes 27 de enero de 2006
A la incursión mayor de aguas frías de la Corriente Peruana o de Humboldt se le está llamando fenómeno La Niña. Esta anormalidad recurrente se presenta por la intensificación de los vientos alisios y de la propia corriente, en su tránsito del sur Antártico hacia el oeste del Pacífico, al llegar a Ecuador.
Esta anomalía forma parte del Enso (El Niño/Southern Oscillation), nombre científico que se le da al evento recurrente El Niño, siendo la expresión opuesta.
La presencia de vientos fuertes del sur propicia el desplazamiento de masas de aguas superficiales, las que son inmediatamente reemplazadas por masas que se encuentran debajo (espiral de Eckman), configurándose un movimiento revolvente vertical con un desvío de 45 grados hacia la izquierda y hacia la superficie que arrastra en su subida a parte del fondo marino, compuesto por desechos de peces, minerales y otros.
Éstos, al llegar cerca de la superficie y entrar en contacto con los rayos del sol, producen un proceso de fotosíntesis que los transforma en fitoplancton y zooplancton, alimento preferido de las anchovetas y otras especies que abundan en el Mar de Grau.
Este movimiento ascendente revolvente es conocido como afloramiento (up welling), y Perú tiene el privilegio de estar en la zona más importante del mundo en la que se presenta esto.
Otros similares pero menos intensos se producen en las costas de California, Benguela y las Canarias; coincidentemente, áreas de abundancia de pesca. Las aguas frías producen mayor cantidad y calidad de alimentos para los peces que las cálidas.
Por eso, cuando los vientos alisios se debilitan y llegan las aguas cálidas que vienen del oeste, se produce El Niño, que trae el debilitamiento del sistema alimentario de la anchoveta y una disminución en sus biomasas.
En otras palabras, La Niña –el evento opuesto– es beneficiosa para la pesquería; pero cuando es muy intenso, dispersa la biomasa y hace más difícil el acceso a ella por la flota.
Estos eventos se miden a través de un sistema de boyas receptoras de información del desplazamiento de las aguas y condiciones atmosféricas, sembradas a lo ancho del océano Pacífico.
Información que es enviada por satélite a laboratorios en donde se modelan y ejecutan los pronósticos. Hay cuatro áreas de medición, las áreas 1 y 2, en las costas de Perú y Ecuador; y 3 y 4, en medio del océano Pacífico.
Cuando se toma conocimiento de una predicción, hay que tener siempre presente a qué área se refiere, sino se corre el riesgo de alarmar a las poblaciones ribereñas innecesariamente.
Una Niña o Niño en las áreas 3 y 4 no afectará mayormente las costas de Perú y Ecuador, lo que parece es el caso este año. En el caso actual, el Enfen (Estudio Nacional del Fenómeno El Niño) no pronostica una Niña en nuestras costas, sólo un enfriamiento ligero de las aguas. En otras palabras, no promocionemos las ventas de excedentes de ropas de abrigo.