Fuente: El Comercio, Lima

Peru - Nave con treinta personas se estrella contra arrecifes

lunes 26 de abril de 2004

Siete ocupantes de la tercera edad sufrieron cuadros de hipertensión

Entusiasmados por conocer la belleza de las Islas Ballestas, treinta turistas de la tercera edad abordaron poco después de las seis de la mañana de ayer la embarcación turística Yeremi, sin imaginar que dos horas después de que saliera del muelle de El Chaco, 25 kilómetros al sur de Pisco, chocaría con una de las rocas de un apostadero de lobos marinos. Siete de los ocupantes, al temer lo peor, se lanzaron a los roquedales.

La frágil embarcación sin número de matrícula y que no contaba, aparentemente, con autorización de zarpe era conducida por Carlos Oyola, un improvisado conductor que provocó el accidente cuando realizaba una arriesgada maniobra.

Oyola había sido contratado por el propietario de la embarcación David Moreyra, cuando las treinta personas del Centro del Adulto Mayor del hospital Rebagliatti de Lima buscaban los servicios de alguna embarcación.

Este, con el propósito de captar a los pasajeros, tuvo que improvisar un conductor y partir sin un guía turístico como se obliga al resto de naves, afirmó Enrique García, un piloto de El Chaco.

Tras el percance, el mismo Oyola se comunicó por radio con el muelle. Desde aquí partió la embarcación Pingüino I, que trajo de retorno a tierra a los asustados pasajeros que fueron atendidos en las dos ambulancias del Cuerpo de Bomberos de Pisco. Siete sufrieron cuadros leves de Hipertensión, por lo que debieron ser evacuados al hospital de Essalud de esa localidad portuaria. Todos fueron dados de alta.

TESTIMONIOS

Luego de que la embarcación impactara con las rocas pensé que nos hundiríamos con ella y pereceríamos ahogados. Fueron momentos de angustia y temor. Unos gritaban, otros se agarraban entre ellos y siete de nosotros, temiendo lo peor, nos lanzamos a las rocas. Todos imaginamos morir, pero el golpe aparentemente no fue tan violento como para partir la nave, lo que permitió que la embarcación siguiera a flote hasta que llegó otra en la que pudimos retornar a tierra.

LUIS RAMOS

No es posible que estas embarcaciones operen con inexpertos pilotos. Que no exista un riguroso control de las autoridades. Es necesario que se impongan sanciones, se obligue a los propietarios a contar con personas experimentadas. Conmigo nos atendimos en el hospital de Essalud de Pisco Ivón Carrasco Torrero (54), Adelina Arrazabal Álvarez (49), María Rojas Ríos (64), Silvia Vega Zavala (69), Ernesto Mendoza Gómez (79) y Luis Ramos por cuadros de hipertensión

MARÍA ALVÁREZ