Fuente: Expreso, Lima

Peru - Opinion: Denuncia sobre pesca negra

lunes 4 de noviembre de 2002

ALEJANDRO BERMEJO
ING. PESQUERO

Luis Collantes Sessarego, ejecutivo de una empresa harinera que tiene años trabajando en este rubro, dirigió una carta el 1 de octubre al Sr. Leoncio Alvarez Vásquez, viceministro de Pesquería, explicándole en detalle cómo 85 embarcaciones han realizado faenas de pesca y entregado un volumen mayor al 3% de materia prima autorizada por el ministerio al haber incrementado unilateralmente sus bodegas. El listado de las 85 bolicheras con el nombre del armador, la matrícula, la capacidad de bodega en m3 y el nombre de la embarcación es muy larga para publicarla en esta columna (ver revista Pesca set/oct 2002), pero hay casos muy especiales que mis lectores deben conocer.
Primero es el del vicealmirante (r) Juan Ribaudo, presidente del gremio harinero de la Sociedad Nacional de Pesquería. A partir de la década del 90, el Sr. Ribaudo incursionó en la compra de bolicheras para pescar anchoveta.
Al poco tiempo, compró una planta harinera de Pescaperú con facilidades de pago en el Callao, planta usada que requería modernización. Luego, asume el control accionario de la moderna planta harinera Diamante, en Pisco. El Sr.
Ribaudo figura en el listado mencionado con diez bolicheras, cuyas capacidades en m3 de bodega se han incrementado sin autorización de las autoridades de Pesquería.
Igualmente, debo mencionar a Jacobo Cavenago Rebaza, que figura con tres bolicheras que también han aumentado su capacidad de bodega sin autorización de Pesquería. Para muchos, quizás Jacobo Cavenago es un desconocido pero para mí no. Lo conocí cuando él era un empleado de Peruana de Pesca S.A.
(PEPESCA), ente estatal ubicado en Paita y cuyo gerente general con oficina en Lima era Elio Casareto, y cuando el ministro de Pesquería era el contralmirante Francisco Mariátegui. Reconozco que Jacobo Cavenago comenzó de cero y logró ser armador de bolicheras anchoveteras con base en Chimbote pero nunca incursionó como industrial harinero.
No obstante la infracción confirmada de incrementar las bodegas, el Ministerio de la Producción, con el decreto supremo N° 12-2001-PE, está dando la oportunidad a estos 85 armadores infractores para que en 45 días presenten, sobre la base de una nueva inspección técnica de la bolichera, un nuevo certificado de arqueo consignando en m3 la capacidad de bodega, para verificar si la han incrementado. Si la capacidad de bodega ha sido incrementada sin autorización, el armador en 60 días deberá reducir su bodega o regularizarla, para lo cual solicitará autorización de incremento de flota.
Para adecuarse a la autorización de incremento del exceso de bodega, tendrá la alternativa de la reducción física de su capacidad de bodega, el aislamiento térmico y/o insolación de la bodega o el aporte de los saldos vigentes de capacidad de bodega debidamente reconocidos. Si después de estas alternativas el armador no cumple con la regularización del exceso de capacidad de bodega, se procederá a la caducidad del respectivo permiso de pesca.
Se evidencia que a las bolicheras que han incrementado su capacidad de bodega sin autorización el ministerio les da la alternativa de regularizarse sin pagar por el exceso de pesca. Es decir, estos armadores tienen doble
infracción: una por el incremento de la capacidad de bodega de las bolicheras y el otro por no pagar el derecho de pesca (PESCA NEGRA).
Esperemos que el ministro Iriarte tenga la sabiduría de obrar con ética, moral y justicia.