Peru - Punto de vista: La economía de las conchas negras

José Carlos Orihuela

miércoles 24 de agosto de 2005

Las Fiestas Patrias son siempre buen motivo para hinchar el pecho y gritar que sobre él llevo tus colores, contigo Perú. Los diarios se llenan de encartes con nuestros héroes, ciudades y pueblos, música y comida, hermosas playas, fértiles tierras, cumbres nevadas. Da gusto encontrarse con un rostro tan distinto al de nuestra fea política.

El fin de semana de bandera, sin embargo, terminó con una alarmante noticia que trajo El Comercio: las peruanísimas conchas negras están en peligro de extinción. Siendo la talla permisible 4,5 cm, los concheros las extraen de
3,5 cm en promedio, cuando todavía están en etapa reproductiva.

Economía aplicada

Érase una vez una teoría económica que deformó el entendimiento de las relaciones entre economía y ecología: la campana de Kuznets.

Con la forma de una 'U' invertida, el gráfico ilustra la relación entre riqueza y contaminación: cuando se es pobre, no existe mayor daño al medio ambiente; a medida que generamos riqueza, la contaminación inexorablemente crece hasta alcanzar un punto máximo; una vez que somos lo suficientemente ricos, tomamos conciencia del ambiente y nos preocupamos por cuidarlo y, literalmente, limpiamos nuestra basura, la nueva y la acumulada. Al final del camino, el mayor crecimiento económico reduce la contaminación.

Como suele ocurrir con los grandes malentendidos del conocimiento, la ilustración se volvió tesis universal, sentido común aplicable a cuanto problema ambiental se discutiera. ¿Malas prácticas ambientales? No hay de qué preocuparse, lo resolveremos luego. El problema está en que después puede no existir.

No todos los ecosistemas funcionan como en la contaminación ambiental de una ciudad, como en las matemáticas de los conjuntos convexos.

Suena complicado, pero es muy ilustrativo entenderlo: en un plano de dos dimensiones, si dos puntos pertenecen a un mismo conjunto, todos los puntos pertenecientes a la línea que los une también son parte del mismo conjunto; entonces, si tengo hoy poca polución y mañana mucha, pasado puedo lograr mediana, y con el tiempo regresar a poca. Los ecosistemas no siempre son convexos, en el mundo real no siempre se puede regresar porque los ecosistemas cambian, como lo ilustran las conchas negras de los manglares de Tumbes.

Yendo al punto

Cuando un recurso natural con características como las de las conchas negras es extraído antes de alcanzar su madurez, las consecuencias pueden ser dramáticamente perversas, el recurso puede no volver a tener sus dimensiones y características originales.

El Atlántico norte es un caso de desastre ecológico generado por la masiva extracción del 'cod' (bacalao) y el atún, especies virtualmente extinguidas de los mares de Canadá.

El otro caso de desastre ecológico mundial que ilustran los libros de recursos naturales y ecología es el de la virtual extinción de la anchoveta que sufrió el Perú hace ya casi tres décadas. ¿Olvidamos la lección o nunca la aprendimos?

Mientras cuidemos nuestro huerto, nos recuerda con pasión y verdadero sentido religioso el gurú Gastón Acurio, podremos seguir disfrutando de la deliciosa diversidad y calidad de la buena mesa peruana.

Si el argumento convence a su estómago pero no a su cerebro, añadiremos, entonces, que el auspicioso desarrollo de la industria de la gastronomía y el turismo asociado a esta, con lo que significa en empleo e ingresos, dependerá fundamentalmente del manejo sostenible de nuestros recursos naturales, como los que todavía disfrutamos de los manglares.

José Carlos Orihuela
Economista