Fuente: Fish Information Services, FIS

Peru - Suspenden permisos a Arcopa por sobrepesca de merluza

Patricia Diácono

jueves 14 de noviembre de 2002

El Ministerio de la Producción del Perú suspendió la autorización de pesca de merluza a barcos arrastreros de la empresa francesa Arcopa, filial del grupo Arien de Nantes, tras haber detectado que sobrepasó los límites autorizados de captura en aguas de su jurisdicción al norte del país.

Las autoridades peruanas tomaron la determinación el martes pasado, luego de una investigación realizada por el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), considerando la crítica situación de la merluza en Paita, en el norte de Perú.

Arcopa, junto con Freeko Perú, son los principales productores de surimi en el país. Arcopa genera 1.500 puestos directos de trabajo en la línea de producción y exporta sus productos a Corea, Japón, China, Rusia, Francia y Alemania. Un dato que marca el desarrollo de esta empresa es que desde el pasado julio, casi 100 pescadores se incorporaron a su proceso productivo con capturas de especies como bagre, anchoveta, falso volador y fraile.

Según un comunicado oficial del Ministerio, las autoridades mantienen una veda de pesca de merluza para proteger su biomasa y asegurar la sostenibilidad de la pesquería. Otra de las medidas que se aplicarán tiene que ver con la evaluación de la capacidad neta de las bodegas de los buques arrastreros, para posteriormente modificar los cupos de extracción.

De acuerdo a lo informado por el diario El Comercio, los buques de Arcopa tenían autorización para realizar faenas de extracción de un 5% de merluza, pero los pescadores denunciaron que ese límite era sobrepasado. Esto generó la reacción del viceministro de Pesquería peruano, Leoncio Álvarez, quien
advirtió: "Si han sobrepasado la cuota de 5% de pesca autorizada, ya no podrán continuar con el permiso otorgado". Al mismo tiempo, precisó que la autorización otorgada a Arcopa para extraer un 5% de merluza no significa depredación, pero que si excede ese límite se afectaría la biomasa de merluza.

Por Patricia Diácono