Fuente: Revista Puerto, Mar del Plata

Argentina - Conserveras con un pico de demanda, pero casi sin producción

miércoles 8 de abril de 2020

07/04/2020
Conserveras con un pico de demanda, pero casi sin producción

Desde las ventas, al menos, el tradidional sector marplatense es la contracara de la industria del fresco. Los productos enlatados tuvieron mayor consumo en medio de la pandemia y movilizaron stocks aunque en fábricas hay poco movimiento.

Revista Puerto - Mar del Plata - Conserva
Por Roberto Garrone

La industria conservera en Mar del Plata se compone de cinco empresas que emplean de manera permanente a unas 500 personas y en temporada de caballa y anchoíta la cifra aumenta con los obreros eventuales.

Si bien desde la Cámara de Industriales del Pescado, que agrupa a las empresas del sector, no divulgaron cifras comparativas, reconocen un aumento en las ventas de latas de atún y caballa en las semanas previas al aislamiento social obligatorio dispuesto por el gobierno. En España ocurrió algo parecido. Las ventas de conservas subieron un 12%, según reflejaron medios de aquel país.

La Campagnola, Centauro, Indupesa, Puglisi y Marbella resumen una industria que en otros años llegó a reunir a más de una docena de empresas, contaba con proveedores cercanos de insumos básicos como la hojalata y diversificaba producción en el salado de anchoa, actividad cada vez más acotada en estos tiempos.

En medio de la pandemia por el Covid-19 hubo una fuerte demanda de productos enlatados que ayudaron a movilizar stocks en fábricas, que prosiguió luego por la inminente llegada de Semana Santa. Con un incremento en las ventas a supermercados y mayoristas, las fábricas pueden ganar cierta liquidez para enfrentar un año que asoma difícil por este mismo contexto que ahora las benefició.

Aluvión de latas importadas a un precio inferior al de la industria nacional, reducción paulatina del mercado interno, altibajos en los desembarques de magrú y anchoíta, alta presión impositiva y gravosas tasas de interés para financiar la compra de materia prima conformaron un combo que desalentó la producción en los últimos años.

“La industria no se reactivó”, dice Alejandro Pennisi, de Natusur y presidente de la Cámara que agrupa al sector. “Solo se da una mejora en la demanda que no podemos aprovechar por no tener suficiente stock, ni materia prima para trabajar”, acota el empresario.

El año pasado las descargas de anchoíta apenas superaron las 6 mil toneladas y marcan el registro más bajo de los últimos tres años. En 2017 habían sido 10.546 toneladas y en 2018, 8.734 toneladas. En 2013, antes de que comenzara la sobreabundancia del langostino, fueron más de 18 mil toneladas.

La caballa registró un movimiento pendular con 2017 y 2019 como los mejores, con 8.300 toneladas en promedio. En 2018 había bajado a 5.400 toneladas. Uno de los mejores años de la caballa fue 2012, cuando se declararon desembarques por 20 mil toneladas.

En los últimos años la conserva ha sido noticia por sus frecuentes problemas que la han puesto en jaque y generado la pérdida de muchas fuentes de trabajo. En 2019 La Campagnola bajó la palanca a la producción un par de veces y redujo personal temporario y efectivo.

Desde la empresa del grupo Arcor indicaron a este medio que “las compras por la Pascua 2020 aún no terminaron”, y si bien desde la compañía notaron un incremento de la demanda en las últimas dos o tres semanas, “en términos generales las ventas son inferiores a 2019″, acotaron.

En el gremio del pescado no advierten ninguna recuperación, salvo en Centauro que es la única empresa que tiene a los obreros fuera del garantizado. “Lamentablemente todos los compañeros de las otras firmas están en garantía horaria; puede que hayan subido las ventas pero hay muy poca producción”, señaló Cristina Ledesma.