
Fuente: El Mostrador, Santiago de Chile
Chile - Cuotas Pesqueras: Es la hora de las pymes pesqueras
jueves 11 de septiembre de 2025

Chile - Cuotas Pesqueras: Es la hora de las pymes pesqueras
Por : José Montt Strabucchi
Representante PYMES Pesqueras del Sur
10 septiembre, 2025
El Mostrador, Santiago de Chile
https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2025/09/10/es-la-hora-de-las-pymes-pesqueras/
La historia de la legislación pesquera en Chile ha estado marcada por una constante: la captura de los recursos del mar por parte de un puñado de grandes empresas industriales desde hace más de cincuenta años.
La Ley N° 20.657 (llamada Ley Longueira), aprobada en 2012, consolidó un sistema profundamente desigual que entregó a perpetuidad las licencias de pesca a ocho grupos económicos, con el argumento de la “estabilidad laboral” y la “eficiencia productiva”. A más de una década, las consecuencias son evidentes: mayor concentración (hoy son cuatro grupos), pérdida de competitividad, precarización de miles de pequeñas plantas de proceso y exclusión de la pesca artesanal de un acceso real a la materia prima.
En el marco de la discusión de la nueva Ley de Pesca en la Cámara de Diputados, las pymes pesqueras de la macrozona sur austral expresamos nuestra posición. Somos siete plantas que reúnen a 454 trabajadores directos y más de mil indirectos, que destinamos el 100% de nuestra producción a consumo humano, contamos con certificaciones internacionales y exportamos a Asia, Europa y Estados Unidos. Hemos sobrevivido con cero por ciento de cuota en más de diez años y en un mercado cerrado en que las industrias pesqueras están integradas verticalmente (pesca-proceso), que no nos dan acceso a materia prima.
Por ello, apoyamos decididamente la licitación de las fracciones industriales para que entren nuevas empresas a la actividad pesquera. Lo hacemos porque sabemos que la única forma de equilibrar el tablero es abrir la competencia, terminar con los privilegios heredados y garantizar acceso justo a los recursos que son de todos los chilenos.
Uno de los argumentos recurrentes en contra de las licitaciones es el supuesto efecto negativo sobre el empleo. Sin embargo, la realidad es tozuda: el empleo en la pesca depende de que existan peces en el mar, no de la concentración de licencias. Sin sostenibilidad, se pierde toda la cadena productiva. Y si hablamos de empleo, ¿dónde queda la voz de las pymes que generan puestos de trabajo en regiones y que, pese a no tener subsidio alguno, sostienen a cientos de familias?
La concentración del sector no se explica por la “eficiencia de la gran industria”, sino por un diseño institucional que entregó gratuitamente el derecho de uso de un bien común a un grupo reducido. Incluso las licitaciones del 15% realizadas bajo la Ley N° 20.657 fracasaron, pues fueron diseñadas para que solo las mismas empresas dominantes pudieran acceder. El problema de fondo no es la licitación en sí, sino cómo se estructura para corregir los abusos del pasado y abrir espacios reales de competencia.
Otro punto urgente es terminar con la excepción en la zona sur que permite a los llamados “pescadores de papel”, que venden el 100% de sus cuotas a los buques industriales y fábricas flotantes. Este resquicio no solo deja sin materia prima a las plantas pymes, sino que además fomenta la especulación y erosiona el trabajo de los pescadores artesanales que sí quieren producir. La igualdad ante la ley exige que las mismas reglas corran para todos los pescadores del país, sin excepciones.
La discusión parlamentaria sobre la nueva Ley de Pesca no puede volver a repetir los errores del pasado. No se trata solo de números, cuotas o porcentajes. Se trata de definir si los recursos marinos de Chile seguirán en manos de unos pocos o si se abrirán a un mercado competitivo, justo y dinámico que beneficie a trabajadores, consumidores y comunidades costeras.
Las pymes pesqueras de la macrozona sur austral hemos demostrado resiliencia, innovación y compromiso con el consumo humano. Hemos sobrevivido a contracorriente en un sistema injusto. Hoy reclamamos lo mínimo: acceso a materia prima en igualdad de condiciones. Es hora de escuchar nuestra voz.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.