Fuente: ExAnte, Bio Bio
Chile - Jurel para hoy, hambre para mañana
Barcos en Biobío.
martes 6 de mayo de 2025

Chile - Jurel para hoy, hambre para mañana.
Por Ricardo Escobar
Socio del estudio Bofill Escobar Silva Abogados
05.05.2025
ExAnte, Bio Bio
https://www.ex-ante.cl/jurel-para-hoy-hambre-para-manana-por-ricardo-escobar/
Cada año en diciembre el Ministerio de Economía, considerando lo informado por el comité científico, emite un decreto con la cuota de pesca para el año que sigue. En diciembre pasado, no lo hizo. Sin razón alguna, dejó la situación en suspenso manteniendo transitoriamente lo decretado para el 2024.
Cuando niños mi madre nos enseñó que hay malas decisiones que son una solución corta hoy, pero un perjuicio más duro después, “pan para hoy, hambre para mañana”.
Esa frase parece que no la conocen en la Subsecretaría de Pesca y el Ministerio de Economía. Por encargo de un cliente he tenido que estudiar en estos días lo que ha estado pasando con los cambios a la ley de pesca que se tramitan en el Congreso y lo que he descubierto es sorprendente.
Desde hace años la pesca que se hace a más de 5 millas de la costa se reparte entre pescadores industriales y pescadores semi industriales mal llamados artesanales (los botes que usted conoce de las caletas de Papudo o Quintero no entran en esta historia).
Tomemos el caso del jurel, que es el que más importa en términos de la recaudación fiscal. Todos los años se fija una cuota de pesca de estos peces, que en la zona de mayor captura se distribuye 90% para pescadores industriales y 10% para los artesanales.
Los pescadores industriales tienen dos tipos de licencias, la clase A permite la pesca de hasta el 85% del 90% de la cuota del año y la clase B permite el 15% restante. Las licencias clase A son las que obtuvieron los industriales al cambiar sus antiguos permisos de pesca a la ley actual, y las licencias B son las que han comprado en subastas bajo esa ley.
Las licencias clase A pagan un tributo de unos USD 80 por tonelada permitida en la licencia. Las licencias tipo B pagan alrededor de USD 300 por tonelada. Unas y otras permiten al Fisco recaudar más o menos cien millones de dólares al año en lo que se llama el royalty pesquero.
Los pescadores artesanales obtuvieron gratuitamente sus permisos y no tienen que pagar el royalty pesquero.
La modificación en curso a la ley de pesca ha causado alboroto en las últimas semanas, por las acciones que han anunciado algunas de las pesqueras industriales. El proyecto de ley tiene aprobado un cambio que en el caso del jurel es quitar un 20% de su cuota a las licencias clase A y B y dárselos gratuitamente a los pescadores artesanales. Así, la torta de jureles disponible se repartiría 70% para los industriales y 30% para los artesanales a partir del 2025. Se le quita a los ricos y se les entrega a los “pobres” ¿quién podría no estar de acuerdo? pues Hacienda.
Ese 20% de regalo de lo ajeno en el caso del jurel (y de otros porcentajes para otras especies), convierte una parte de la pesca que paga royalty en una que no lo paga y eso agrandaría el hoyo de las finanzas del gobierno.
Solución del Ministerio de Economía, una nueva subasta a costa de los derechos de las licencias A y B de los industriales jureleros. Las licencias A y B tienen derecho a una fracción del total de toneladas que fija Economía. Si los jureles abundan, la cuota de un año puede ser mayor que la del año anterior y las pesqueras industriales tienen derecho a participar a prorrata de sus licencias en ese aumento.
La propuesta era que el primer 15% de aumento del año 2025 y del año 2026 se les quite y sea subastado entregando nuevas licencias clase B por veinte años a los adquirentes. Los pescadores industriales actuales con licencias A y B verían reducido su derecho y sólo podrían capturar toneladas adicionales en la parte de aumentos de cuotas de un año que sea mayor a ese primer 15%. Así si la cuota decretada para el 2025 creciera por ejemplo 10%, no podrían participar del incremento. Si la cuota crece 17%, podrían pescar ese 2%, lo que excede del primer 15%.
Esta propuesta de nueva subasta fue rechazada en el Senado y hay anuncios de reponerla en la comisión mixta.
Un poco confuso, sí. Analicemos lo que falta.
Todos los peces nacen, se alimentan, crecen y se reproducen. Si se pescan muchos jureles, o si se pescan antes que puedan crecer y procrear, se afecta la sustentabilidad de la pesquería del jurel.
Chile tiene un comité científico que en septiembre de cada año dice cuál es la estimación disponible para el año que sigue. En el caso del jurel la pesquería lleva varios años creciendo en torno a 15%. En septiembre 2024 los científicos volvieron a decir que crecería 15%.
Cada año en diciembre el Ministerio de Economía, considerando lo informado por el comité científico, emite un decreto con la cuota de pesca para el año que sigue. En diciembre pasado, no lo hizo. Sin razón alguna, dejó la situación en suspenso manteniendo transitoriamente lo decretado para el 2024. Le explico ahora por qué (warning: si su espíritu es ecológicamente sensible no siga leyendo).
Como los jureles no tienen pasaporte y circulan libremente por el océano, los hijos de un jurel chileno pueden ser pescados en Ecuador. Se necesita entonces que todos los países se coordinen para estimar cuál es el estado anual de las pesquerías y se acuerden las cuotas por país. Para este efecto existe la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORPPS).
La ORPPS se reúne en febrero de cada año con la información de los comités científicos de todos los países y determina el estado de la pesquería que se trate. La reunión rota de lugar y el país sede es el que propone la cifra de crecimiento (si la hubiera), se debate y se deciden las cuotas por país.
En febrero pasado el honor y responsabilidad de ser anfitrión fue de Chile. Nuestro subsecretario de pesca (Convergencia Social) llegó con la propuesta de la pesquería del jurel para el 2025 ¿Se acuerda que los científicos chilenos dijeron en septiembre que el crecimiento sustentable era 15%? Pues bien, ¡la propuesta de Chile fue 44%! Tres veces lo que aconsejaban nuestros científicos. Nadie lo podía creer.
Se gastaron la reunión anual peleando contra la postura de Chile y finalmente se acordó un 25%, dos tercios más que lo aconsejado científicamente. Los que estuvieron allí dicen que daba vergüenza, no tenían cara para defender lo que decía nuestro gobierno. Quedamos como piratas.
Curiosamente, sigue sin salir el decreto con la cuota de este año. Seguramente están esperando que se tramite la ley para dictarlo. De lo que se trata es que:
Por un lado, la baja de 20% de la cuota del jurel que se regala a los artesanales deja de pagar el royalty, USD 80 por tonelada en la clase A y USD 300 en la B. Esto se compensaría (si vuelve la propuesta y se aprueba) con las nuevas licencias tipo B que subastarán, que pagarían USD 300 por tonelada por el primer 15% de crecimiento de la cuota.
Por otro, como a sabiendas se infló la propuesta de cuota hay 10% más hasta llegar a 25%, y esa parte le pertenece a los actuales pescadores industriales con licencias clase A y B, ellos deberán pagar lo de siempre por esta parte adicional.
La teoría del Ministerio y algunos parlamentarios es que si el decreto sale después que la ley esté aprobada y que los pescadores industriales hayan bajado del 90% del total de la cuota de jurel al 70%, entonces los dueños de las licencias no podrían reclamar por no tener derechos adquiridos sobre las toneladas de diferencia. “No hay decreto, no hay derecho”, parece que es lo que alguien les enseñó en la facultad.
Mi madre debiera prepararles un Powerpoint.