
Fuente: La República, Lima
Perú - Este país tiene el 60% de su tierra árida, pero mantiene su agricultura y ganadería con agua de mar: líder en tecnología de desalinización en el mundo
Foto: Composición LR/Endémico/Pexel.
jueves 5 de junio de 2025

Perú - Este país tiene el 60% de su tierra árida, pero mantiene su agricultura y ganadería con agua de mar: líder en tecnología de desalinización en el mundo
04.05.2025
La República, Lima
https://larepublica.pe/mundo/2025/06/03/este-pais-tiene-el-60-de-su-tierra-arida-pero-mantiene-su-agricultura-y-ganaderia-con-agua-de-mar-lider-en-tecnologia-de-desalinizacion-en-el-mundo-57201
Israel, con más del 60% de su territorio árido, transformó la escasez de agua en un modelo agrícola exitoso a través de la desalinización y tecnologías avanzadas de gestión hídrica.
Israel es uno de los países más áridos del mundo, con cerca del 60% de su territorio cubierto por desierto, principalmente en la región del Néguev. A pesar de estas condiciones extremas, el país logró desarrollar una agricultura altamente productiva y moderna. Su éxito radica en la implementación de tecnologías innovadoras de gestión hídrica, incluyendo el uso intensivo de plantas desalinizadoras que convierten el agua del mar Mediterráneo en apta para el consumo humano, el riego y otras actividades productivas.
Actualmente, Israel produce más del 80% de su agua potable mediante desalinización, según datos de la Autoridad del Agua de Israel. Cinco plantas principales abastecen a millones de personas y permiten irrigar cultivos en zonas donde las precipitaciones son escasas o nulas. Además, el país reutiliza cerca del 90% de sus aguas residuales tratadas para fines agrícolas, liderando a nivel mundial en reciclaje de agua, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Israel sustenta su agricultura y ganadería con agua de mar
Israel logró superar los desafíos de la escasez hídrica a través de una ambiciosa transformación tecnológica. Con más del 60% de su territorio cubierto por zonas áridas, el país ha construido cinco plantas principales de desalinización —Ashkelon, Hadera, Sorek, Palmachim y Ashdod— que hoy abastecen más del 70 % del agua potable, según el Banco Interamericano de Desarrollo.
Además de la desalinización, Israel consolidó un modelo integral de gestión del agua que combina la reutilización de aguas residuales y la aplicación de tecnologías de riego de alta eficiencia, como el riego por goteo. Este enfoque circular permitió mantener la productividad agrícola y ganadera en un entorno naturalmente hostil.
Líder en tecnología de desalinización
Israel se destaca como líder mundial en tecnologías de desalinización, habiendo transformado su escasez hídrica en una oportunidad para la innovación y la sostenibilidad. Aunque no es el mayor productor de agua desalinizada en términos absolutos —posición que ocupa Arabia Saudita con aproximadamente el 22% de la producción mundial, Israel logró que más del 55% de su suministro doméstico de agua provenga de la desalinización. Además, el país reutiliza cerca del 90% de sus aguas residuales tratadas para fines agrícolas.
¿En qué consiste el proceso de desalinización del agua de mar?
El proceso de desalinización del agua de mar es una tecnología clave para garantizar el acceso al agua dulce en regiones áridas o con escasez hídrica. El método más utilizado a nivel mundial es la ósmosis inversa, que consiste en aplicar alta presión al agua salada para hacerla pasar por una membrana semipermeable.
Esta membrana permite el paso del agua, pero retiene las sales y otros contaminantes disueltos. Según la Asociación Internacional de Desalinización (IDA), más del 60 % de las plantas desalinizadoras operativas en el mundo emplean esta técnica.
Otro método menos común, pero también utilizado, es la destilación térmica, que implica calentar el agua de mar hasta que se evapora, y luego condensar el vapor para obtener agua dulce. Aunque este proceso es eficaz, consume una mayor cantidad de energía, por lo que se limita a países con fuentes energéticas abundantes o subsidios específicos.