
Fuente: Mongabay, Lima
Perú - Expertos destacan nuevo reglamento sobre la pesca de pota en Perú pero advierten desafíos pendientes
Foto: Sonapescal
lunes 12 de mayo de 2025

Perú - Expertos destacan nuevo reglamento sobre la pesca de pota en Perú pero advierten desafíos pendientes
Por Lourdes Fernández Calvo
9 May 2025
Mongabay, Lima
https://es.mongabay.com/2025/05/expertos-destacan-nuevo-reglamento-pesca-pota-peru-advierten-desafios/
Después de casi 15 años, el reglamento de ordenamiento pesquero (ROP) de la pota ha sido actualizado por el gobierno peruano.
Con el nuevo ROP se establece que la pesca de pota (calamar gigante) es exclusivamente artesanal, que solo se puede capturar con línea potera y ya no con el método de red que es considerado de impacto negativo para los ecosistemas marinos.
Además, establece la obligatoriedad de implementar el sistema de monitoreo satelital (Sisesat) en las embarcaciones.
Expertos consideran que el ROP fortalece a la pesca artesanal frente a la presencia de embarcaciones chinas, aunque advierten que aún carece de lineamientos claros que especifiquen cómo se van a concretar las medidas planteadas.
Cinco datos clave
El calamar gigante o pota es uno de los recursos más importantes de la pesquería artesanal en el Perú. Según el Ministerio de la Producción (Produce), esta actividad involucra a 4475 embarcaciones artesanales y genera empleo directo a más de 14 mil pescadores. En el 2023, la pota congelada representó el 40 % de las exportaciones pesqueras alcanzando un récord histórico. Sin embargo, durante el primer trimestre del 2024, las exportaciones peruanas de pota congelada disminuyeron en 74.8 % en volumen debido a la menor disponibilidad del recurso. Al finalizar el año, se logró un volumen de desembarque de solo 188 345 toneladas de calamar gigante, una caída alarmante en comparación a las 621 852 toneladas que se registraron en el 2023, según cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Expertos y pescadores artesanales de la flota potera aseguran que este descenso en las capturas se debe a varios factores, entre ellos, el fenómeno El Niño, la sobrepesca que realizan del producto las embarcaciones extranjeras que se ubican en los límites del mar peruano y la pesca ilegal.
La sobredimensión de la flota artesanal generada por la construcción de barcos en astilleros ilegales, también es parte del problema.
“Lo que necesitamos es que se arregle la pesquería porque si no delimitamos la flota, los recursos del mar estarán cada vez más escasos y la construcción de embarcaciones seguirá haciéndose en los astilleros clandestinos”, dice Elsa Vega, presidenta de la Sociedad Nacional de la Pesca Artesanal (Sonapescal).
Ante esta situación, el Produce actualizó después de 15 años el Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) del recurso Calamar Gigante o Pota (Dosidicus gigas). Este ROP ha sido recibido con optimismo tanto por los gremios de pescadores como por expertos en la materia ya que, entre otros puntos, ratifica que el recurso se encuentra plenamente explotado, lo que quiere decir que el nivel de explotación de esta especie ya alcanzó su máximo rendimiento sostenible y ya no debería incrementarse.
El ROP también establece que se trata de una pesquería artesanal y que el único arte de pesca autorizado para capturar pota en el mar peruano es la línea potera, un método que permite la pesca sin generar impactos negativos en otras especies del ecosistema marino. Además, promueve la inscripción de las embarcaciones en el registro de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS), lo que permite pescar pota en aguas internacionales.
A pesar de las buenas noticias, el nuevo ROP también establece algunos desafíos que, según expertos, deberán ser resueltos de manera progresiva para que lo avanzado no se quede solo en el papel.
Una espera de 15 años
Para Elsa Vega, quien además de ser presidenta de Sonapescal es propietaria de dos embarcaciones artesanales, la lucha para conseguir el nuevo ROP ha sido constante. Diferentes organizaciones de pescadores artesanales han participado en reuniones a lo largo de cuatro años con diversas autoridades de Produce para ser escuchados. Por eso, que se haya publicado el nuevo ROP es un logro que celebran. Lo segundo que esperan es que se cumpla.
“Para nosotros, uno de los principales objetivos es que realmente se pesque con la línea potera. Estamos pensando en la sostenibilidad del recurso y por eso necesitamos que la pota salga con este arte de pesca que es selectivo, artesanal”, afirma Vega.
Con el ROP de pota anterior se permitía como arte de pesca la red de cerco mecanizado que es criticada porque aumenta el riesgo de dañar a otras especies. La línea potera, en cambio, consiste en pescar una a una las presas a través de un cordel con un señuelo y un anzuelo. Este método es considerado ambientalmente más seguro.
Otro avance destacado es que el nuevo ROP regula que no se autoricen nuevas embarcaciones de mayor escala, ya sean nacionales o internacionales, para que capturen pota en el mar peruano.
Actualmente solo cuatro embarcaciones peruanas de mayor escala cuentan con autorizaciones para pescar pota, aunque no lo hacen desde hace más de dos años por lo que sus permisos podrían caducar, asegura Piero Rojas, abogado especialista en derecho ambiental.
En la práctica, la pota es un recurso que captura exclusivamente el sector artesanal. Sin embargo, “el ROP anterior, que hoy ha sido derogado, no menciona en ninguno de sus artículos a la pesca artesanal y dejaba abierta la posibilidad de la extracción del recurso por parte de la flota pesquera industrial y la flota extranjera”, explica el abogado.
“Con decir que el recurso de la pota es exclusivo de la flota artesanal ya estás cerrando la puerta a cualquier posibilidad o decisión del gobierno que permita formalizar, tanto a la flota industrial como a la extranjera. Ese es el mensaje más importante de este ROP”, agrega Rojas.
En ese sentido, esta disposición refuerza la protección legal de la pesca artesanal de la pota en el mar peruano frente a la presencia, en los últimos años, de embarcaciones chinas que ingresaron a Perú para utilizar sus puertos, sin contar con el sistema satelital que exige la normativa peruana.
Precisamente, entre los aspectos que también se destacan en el nuevo ROP es la obligatoriedad de implementar el sistema de monitoreo satelital (Sisesat) en todas las embarcaciones artesanales dedicadas a la captura de pota, así como el registro de las faenas en el Sistema de Trazabilidad de Pesca y Acuicultura (Sitrapesca) de Produce para garantizar la trazabilidad del recurso.
El nuevo ROP de la pota, además, promueve la inscripción de las embarcaciones artesanales en el registro de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS), una agencia intergubernamental responsable de administrar la pesca de jurel (Trachurus murphyi) y calamar gigante (Dosidicus gigas) en una extensa área de aguas internacionales. Este registro permitirá identificar y autorizar a las embarcaciones que deseen pescar pota más allá de las 200 millas de dominio marítimo peruano, es decir, en aguas internacionales en donde hoy operan grandes embarcaciones chinas.
Los retos pendientes
Para Juan Carlos Riveros, de la ONG Oceana Perú, además de avances positivos, el nuevo ROP de la pota establece desafíos que deberán ser resueltos a mediano y largo plazo.
Uno de estos retos claves es establecer los indicadores de desempeño que evidencien que la norma se está cumpliendo. Estos indicadores, señala Riveros, deben incluir la participación y consulta de los diversos actores del sector. “Deberían ser como una medida, para saber cómo lo vamos a realizar, en qué fecha se debe hacer un nuevo análisis de lo avanzado”, refiere Riveros.
El experto opina que detrás del ROP debe haber un plan estratégico que defina cómo se va a explotar el recurso garantizando su sostenibilidad. “Este tipo de estrategias son clave para ver hacia dónde movemos la aguja en lo que se refiere al desarrollo de los recursos naturales”, agrega.
Riveros señala que si bien el nuevo ROP de la pota promueve un registro de la flota en la OROP-PS, aún no se ha dejado claro cómo se va a implementar. Asegura que es vital que se defina el tamaño real de la flota para así frenar la informalidad.
Al respecto, Elsa Vega de Sonapescal, cuenta que el proceso de registro de las embarcaciones poteras en el OROP-PS se ha caracterizado por ser engorroso para los pescadores artesanales, por lo que espera que con lo establecido en el nuevo reglamento se agilice el proceso. Vega recuerda que, en la actualidad, 4500 embarcaciones artesanales se dedican a la pesca de pota. De ellas, solo 203 se han registrado en ese sistema en los últimos cuatro años.
Para el presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante (Calamasur) y exministro de Produce, Alfonso Miranda, todos los aportes que brinda el nuevo ROP de la pota deben ir de la mano con el proceso de formalización de los pescadores artesanales, iniciado por el gobierno peruano hace años. “Se necesita fundamentalmente que en todos los puertos, todos los muelles y todos los puntos de desembarco estén adecuadamente identificados, y que en los puntos de desembarco se ejerza un mayor control, porque ahora se ejerce en las plantas, pero ahí ya es mucho más difícil asegurar la trazabilidad”, refiere.
Los expertos también destacan la implementación del sistema de monitoreo satelital en las embarcaciones para garantizar la trazabilidad del recurso, sin embargo, Elsa Vega recuerda que debido a los costos de los equipos satelitales, se espera que esa medida se concrete de manera progresiva.
Actualmente, de las 3404 embarcaciones artesanales formalizadas, solo el 53 %, es decir, 1806 embarcaciones, han implementado el Sisesat, lo que implica otro desafío para el gobierno y los propios pescadores y armadores artesanales.
“Nosotros estamos comprometidos, como artesanos y peruanos, en instalar el sistema satelital. Pero lo que también exigimos desde el año pasado es que se les exija lo mismo a las embarcaciones extranjeras. Así como a nosotros nos obligan, también hay un plazo para ellos”, comenta.
Precisamente, la fiscalización al cumplimiento de la norma es otro punto que se debe reforzar, afirma Piero Rojas. “No se trata de que simplemente se aprueba la norma y me voy. Además de los indicadores de efectividad, se debe intensificar la fiscalización de que lo normado se está cumpliendo”, finaliza.