
Fuente: Fish Information Services, FIS
Reino Unido - La industria salmonera chilena tiene que responder muchas preguntas, segun Terram
Peter Johnson
miércoles 23 de octubre de 2002
Un vídeo altamente crítico de la industria salmonera chilena ha sido difundido a organizaciones ecologistas escocesas en el marco de una campaña para alcanzar a los consumidores de salmón chileno.
Crecimiento infinito: El mito de la salmonicultura en Chile ataca los aspectos socio-económico y ambiental de esta industria de gran crecimiento, que está destinada a convertirse en la mayor generadora de ingresos por exportaciones de Chile. La industria salmonera chilena está casi totalmente en manos de las mismas multinacionales que controlan las operaciones escocesas y noruegas, pero las condiciones de trabajo son muy diferentes.
Según la Fundación Terram -una organización no gubernamental que ha estudiado la cría de salmón en los últimos tres años- aunque el cultivo de salmón y trucha es visto como el "protagonista financiero" de la economía chilena, sus fallas a nivel de economías locales y cuidados ecológicos son evidentes.
Los trabajadores reciben salarios mínimos de menos de USD 200 al mes y "muy pocos" beneficios adicionales en términos de vivienda y seguridad de manos de las altamente rentables operadoras multinacionales. Tampoco hay mucha conciencia de las consecuencias ecológicas derivadas del monocultivo.
El director de estudios de Terram, Rodrigo Pizarro, de visita en Escocia para difundir el vídeo, dijo que Terram estaba "muy a favor" del cultivo del salmón, pero que la industria, que está destinada a convertirse en la mayor del mundo antes del año 2010, debería resolver un gran número de cuestiones.
Pizarro explicó a FIS.com que la Universidad de Los Lagos llevó a cabo el primer estudio público realizado en el mundo sobre los residuos de la cría de peces en el medio ambiente.
Al respecto dijo: "Descubrimos que los efectos ecológicos son fuertes e importantes. Entre ellos, descubrimos una disminución del orden del 30% en la biodiversidad. Estimamos que cerca del 70% de los nutrientes del sistema permanecen allí: principalmente nitrógeno y fósforo. Descubrimos evidencia importante de cobre, lo que sugiere el uso de pinturas marinas desincrustantes, y en el caso de los lagos de agua dulce, sólo puede explicarse -hasta donde sabemos-, por el uso de verde malaquita, que está prohibido en Chile."
Terram también investigó los impactos sociales. Según Pizarro, los trabajadores reciben casi el salario mínimo. Y aunque las condiciones, como las salidas ambientales, se ajustan a las regulaciones chilenas, Terram "considera que esas regulaciones son insuficientes par garantizar las sustentabilidad de la industria en el futuro".
"Lo que logramos con este vídeo es sintetizar evidencia altamente técnica para conseguir que en Chile se debata sobre los costos y los beneficios del cultivo del salmón", añadió Pizarro.
Dijo que Terram se había acercado a la industria salmonera chilena, al Parlamento y al Gobierno, y les había expresado sus preocupaciones, pero éstas fueron ignoradas. El próximo paso lógico es tratar de alcanzar los mercados primarios del salmón chileno -Japón y los Estados Unidos- para exponer estas cuestiones.
Pizarro dice que él no se opone a que la industria salmonera obtenga una "ganancia legítima", pero sostiene que en la actualidad está haciendo uso de "recursos públicos" -la costa y el medio ambiente acuático- a un costo animal, y es hora de que la industria tome conciencia de eso y deje de preocuparse tanto por la economía, y empiece a distribuir los beneficios sociales de una forma más equitativa.
Durante su visita a Edimburgo, el director de Terram se reunió con Scottish Environment Link, WWF, FoE, RSPB, the Sociedad para la Conservación Marina, y Green MSP Robin Harper.
Por Peter Johnson
FIS Europa