Fuente: El Universal, Caracas
Venezuela - Puerto maritimo de La Guaira inoperativo
miércoles 18 de diciembre de 2002
El personal del puerto más cercano a la capital asiste a sus labores pero no tiene mercancía que descargar
RAFAEL ROMERO
La actividad en el puerto marítimo de La Guaira es nula, o casi nula. En los pasillos, almacenes y oficinas del mismo de observa personal laborando, no obstante, donde se genera la actividad que le da su nombre, en los muelles, la desolación está a la orden del día y unos cuatro barcos se encuentran fondeados al frente desde hace una semana.
Dos barcos tanqueros de combustible, el Susana Duijm de bandera nacional y el Nordan Ving, de nacionalidad extranjera, forman parte de los barcos que allí se encuentran. Las razones son las mismas, las condiciones para descargar combustible en el muelle de PDV Marina no son aptas y ponen en grave peligro a la tripulación, la población aledaña y el medio ambiente en caso de intentar descargar.
El oficial Luis López, capitán del puerto de La Guaira, reconoce que el puerto está paralizado, 'no hay entrada ni salida de buques cargueros, indicó.
El único buque que ha atracado está cargado de trigo, que ayer descargaba su mercancía, al igual que otro lo realizaría hoy. Con éstos se ha hecho una excepción por tener carga perecedera alimentaria.
Según el oficial, la actividad normal en esta época del año es que se desembarcaran 3 o 4 cargueros diarios, no obstante, la paralización de los barcos remolcadores afecta directamente la entrada de navíos.
Los remolcadores pertenecen a empresas privadas que prestan servicios como concesionarias al puerto para realizar la delicada operación de introducir, empujando o halando, una embarcación de miles de toneladas en espacios relativamente reducidos.
Igualmente, el capitán informó que efectivamente el Seniat está trabajando pues habría mercancía depositada antes del inicio del paro que se está nacionalizando, y otra que se está nacionalizando cuyos dueños la están retirando en la medida de sus posibilidades.
A lo interno del puerto, los empleados de una concesionaria de venta de alimentos esperaba tras el mostrador al primer cliente de una semana. Al ser consultada por la actividad allí, apeló al coloquio 'esto está más que muerto'.