Resumen anual de contenidos, Oannes 2024

Un breve análisis de los temas de mar en el Perú durante el año que termina

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la Junta Directiva de Oannes

viernes 27 de diciembre de 2024

Resumen anual de contenidos, Oannes 2024

El primer paso para comprender la interacción ancestral que existe entre el peruano y su mar es comenzar a hablar de pesquerías en plural, en lugar de pesquería en singular, Y obviamente es necesario protegerlas, ordenarlas y explotarlas sosteniblemente. No es solo una pesquería la que se aprovecha en nuestro mar, son muchas y solo las más importantes están debidamente ordenadas. Hay mucho que hacer en los años venideros. 


Debemos ser capaces que desarrollar nuestra propia ciencia y hablar de construir una acuicultura nacional de peces nativos, ya que la acuicultura no es solo una tecnología de producción de alimentos, también sirve entre otros muchos propósitos, para rescatar especies del peligro de extinción por sobreexplotación, y si algo está sobreexplotado, son las especies del borde costero, muchas en la Amazonia y en el altiplano. La ciencia acuícola peruana ya está salvando de la extinción a especies como el paiche, la chita, el lenguado y la corvina, esto es una realidad y entidades del estado como el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP) o el Fondo Nacional de desarrollo pesquero (FONDEPES), merecen realmente un aplauso; sin embargo, también hay mucho que hacer en los próximos años. 


Hablar de desarrollo costero, portuario y de la industria náutica, resulta vital, porque la costa peruana no solo tiene uno de los mares más ricos del mundo. Está en un lugar privilegiado de Sudamérica, dentro del mercado de la APEC, la millonaria inversión China en el megapuerto de Chancay es la mejor prueba. Y los ambiciosos proyectos portuarios, como el de Corio en Arequipa o Eten en Lambayeque, son realmente prometedores. Este desarrollo costero requiere de un cambio de visión, tiene que ser ordenado e incluir el fomento del turismo y la náutica deportiva en la planificación, porque el futuro gran impacto para desarrollo peruano, viene por el mar.


Con un gran esfuerzo de objetividad, hago desde hace 28 años este “Resumen anual de Contenidos”, en él trato de analisar y resumir el año que termina para nuestros asociados y los más de 50,000 seguidores de Oannes.


A lo largo del año, nos reunimos con muchas personas, escuchamos diversas opiniones, leemos miles de mensajes, notas de prensa, hacemos cientos de coordinaciones, entrevistas, mesas de trabajo o conferencias. Es decir, un sin fin de actividades que nos permiten conocer de manera privilegiada la realidad marina peruana de una forma holística.


Decimos, a menudo, que los temas marinos son “esotéricos” para la mayoría de los peruanos, y después de 28 años, aunque suene frustrante, reconocemos que esta es una verdad indiscutible. Nos basta observar como percibe el público o la prensa estos temas. O ver como organizaciones ambientalistas o extremistas, sorprenden a una población desinformada, con mala información, que luego se convierte en mitos difíciles de combatir y que son “taras” en la opinión pública, que antes de proteger el esfuerzo de todos los que están involucrados en el sector, lo estigmatiza.


Para combatir esto, Oannes solo cuenta algunas herramientas: educar e informar mostrando todos los ángulos de una situación, promover el diálogo organizado o sensibilizar comunidades para que estén listas a usar su mejor criterio ante la desinformación.


Resulta necesario comprender que nuestro mar es ciertamente una cuarta región, como la selva, la costa o el ande. Y que si bien es cierto, la pesca y acuicultura, son prioritarias para la seguridad alimentaria, con un mar tan biodiverso, el desarrollo de una ciencia y tecnología propia, que se sume a la existente; es fundamental. 


Pero no solo para el desarrollo de estas actividades, sino también, para encontrar la manera de no tener que elegir entre la explotación de hidrocarburos o minería en el mar, o la pesca y la acuicultura. Las tecnologías que busquemos deben ser capaces de involucrar todas nuestras posibilidades de desarrollo, no solo porque es posible, sino porque es necesario asumir ese reto.


2024 ha sido un año bueno para la pesquería de anchoveta, la expectativa de capturar cerca de 5 millones de toneladas, le da mucho oxígeno a una pesquería que el 2023, sufrió mucha incomprensión, poniendo en peligro a una industria que le da trabajo directo e indirecto a cerca de 750,000 personas. El 2023 sirvió para probar una vez más que, aunque tenemos la mejor entidad científica dedicada a esta pesquería (IMARPE), las decisiones de algunos funcionarios que improvisadamente asumen la responsabilidad de administrarla, suelen ser más políticas que técnicas. ¿Pudimos pescar más en el 2023 a pesar de la alta presencia de juveniles y esperar lo que hemos visto en el 2024? Me parece que sí, lo que falto fue valor y comprensión del sector por parte de los tomadores de decisiones para establecer una cuota adecuada, a fin de no poner en riesgo a un sector tan importante que probablemente generara este 2024 entre todas sus pesquerias y acuicultura, más de 4,000 millones de dólares.


La pesquería de anchoveta va camino a ser sostenible, lograrlo es mérito de los peruanos; empresarios, pescadores, trabajadores del sector, académicos y científicos. Hoy muchas instancias, organizaciones y entidades internacionales, finalmente lo reconocen. Y la sostenibiidad de la pesqueria de anchoveta, nos interesa a todos.


El año 2024 ha sido malo para la segunda pesquería más importante del país, y para otras como la de merluza. Los cambios oceanográficos del 2023 que favorecieron a la pesquería de anchoveta, influyeron, sin lugar a duda, en que la pesquería del calamar gigante o la de la merluza, tengan capturas muy por debajo de sus promedios anuales. Sin embargo, hay una lección que no se aprende aún: “la única constante de nuestro mar es su variabilidad”.


Los pescadores peruanos deberían estar preparados para ser versátiles e intuitivos, frente a los cambios de régimen de corrientes y temperaturas de nuestro mar. Sin embargo, una vez más la política y sus operadores, lograron distorsionar la realidad, sin permitir apreciar los aspectos técnicos de la pesca que nos permitirán ser versátiles, todo esto se perdio en una vorágine de acusaciones hacia las flotas extranjeras que operan en aguas más allá de nuestras 200 millas o a la Marina de Guerra acusandola de no cuidar nuestro domino maritimo.


Creo que ya todos conocen nuestra posición al respecto: Para pescar calamar gigante, nuestras embarcaciones deben ser competitivas con la flota extranjera, porque la pota no es un recurso costero, sino de alta mar, y las condiciones necesarias para una pesquería que opera en alta mar, son diferentes a las de una pesquería que opera cerca de la costa. El calamar gigante se desplaza por la costa de sur a norte, así como entra y sale de nuestras 200 millas. No tiene cola, pero si un sifon y alas para moverse persiguiendo su alimento.


Y es ahí es donde lo artesanal tiene sus limitaciones. No podemos comparar una embarcación pesquera con gran eslora, gran autonomía, energía eléctrica para sus luces atractivas, sistemas de captura computarizados, operación en flota coordinada, habitabilidad, condiciones sanitarias, congelación y almacenamiento a bordo; con nuestra numerosa flota artesanal de máximo 15 metros de eslora, sin autonomía, pescando a mano, sin habitabilidad, sin energía, sin condiciones sanitarias y sin capacidad de frío. La realidad para nuestra flota es que en esas condiciones solo puedes mantener la pesquería activa, mientras la pota este cerca de nuestros puertos o caletas.


Esto demuestra una enorme falta de visión de nuestros pescadores, empresarios y  autoridades respecto a este recurso. La temperatura superficial del mar sin duda tiene un impacto significativo en la población del Dosidicus gigas como en cualquier especie del mar, afecta su crecimiento, migración, reproducción y distribución. Por lo tanto, es esencial considerar estos factores para gestionar una pesquería y desarrollar estrategias para asegurar la sostenibilidad del recurso. La pesquería de calamar gigante, tal cual como está ordenada, sin establecimiento de cuotas y sin incentivo para crear una flota adecuada, son nuestra gran debilidad. Y no tenemos por qué acusar falsamente a una flota extranjera de violar nuestras 200 millas pescando dentro de ellas o a nuestra Marina de Guerra, de no cumplir su deber cuidando nuestro mar. Cuando somos nosotros mismos los que estamos regalando mercado.


El mercado del calamar pide recurso, y nosotros deberiamos ser capaces de capturarlo sosteniblemente, procesarlo y abastecerlo, para no perder posiciones comerciales que los procesadores y comercializadores peruanos han ganado dentro y fuera del país desde hace muchos años.


Es una suerte de "nadie sabe para quien trabaja", por que haciendo lo que hacemos, los comercializadores solo desarrollamos mercado para que flotas extranjeras que sí tienen la capacidad y hoy lo pescan frente a nuestras 200 millas, vendan su producto. Mientras que nosotros con nuestra numerosa flota artesanal que no puede competir en alta mar, desabastecemos un mercado que los mismos chinos aprovechan rapidamente.


En el año que termina varias pesquerias tuvieron un buen periodo, la gran presencia de bonito, jurel y caballa, etc, que no solo alimentan la mesa nacional, ha sido notable. Si alguien cree que el Perú no tiene pesquerías bondadosas, es solo porque no sabe que entre todas sus pesquerías, el mar peruano, puede asegurar la alimentación de sus más de  33 millones de habitantes, además de una importante demanda mundial.


El consumo anual de pescados y mariscos en Perú es de aproximadamente 1,2 millones de toneladas, mientras que la producción anual de pescados y mariscos de todas sus pesquerías es de alrededor de 7,35 millones de toneladas. Así que por lo menos en números, pescamos o cultivamos más que lo que nuestra población requiere para su seguridad alimentaria y nos alcanza para generar divisas exportando a todo el mundo productos o ingredientes marinos.


Ciertamente, más del 60% de esta producción pesquera se transforma en harina y aceite de pescado, y más de uno dirá que esta es una pesquería de Consumo Humano Indirecto (CHI), si claro, pero consumo humano al fin; porque la harina y aceite de pescado producida gracias a la pesquería industrial de anchoveta, alimenta diversos animales de crianza tanto en el país, como en el extranjero y tiene una potencialidad enorme para apoyar programas de combate a la malnutrición o anemia, usando estos insumos en el enriquecimiento de alimentos. Que no lo hagamos, sin duda es un error.


Sigue siendo absurdo que en el Perú, los industriales pesqueros dedicados al CHI, estén prohibidos de procesar anchoveta para Consumo Humano Directo (CHD) de sus propias capturas y cuotas asignadas. Privilegiando a una pequeña e incipiente pesquería de anchoveta orientada al CHD que a pesar de contar con la asignación de una cuota promedio de 150,000 toneladas para procesar congelados, conservas y secos salados de anchoveta, termina dedicando un gran porcentaje de la materia prima a una producción de harina de pescado ilegal. Esto evidencia ademas, una falta de control que perjudica cualquier iniciativa de mejora de esta pequeña pesquería dedicada al CHD.


La anchoveta es una materia prima útil para el CHD, no cabe duda, es una maravilla alimenticia. Sin embargo, requiere de un tratamiento especial que permita conservar el recurso desde su captura con buenas condiciones de calidad y frescura, algo que no sucede gracias a un incentivo perverso que permite el descarte de un 40% de la materia prima al llegar a puerto solo por “daño mecánico”, un altísimo porcentaje de descarte inadmisible para una pequeña pesquería de CHD que es una esperanza de seguridad alimentaria para los futuros peruanos. ¿Para qué un dueño de una embarcación, invertiria en mejorar la calidad de conservación de su nave? Ya imagino al dueño decirle al patrón: ¡Ponle hielo nomas, que igual me compran la anchoveta rota, aplastada, o chancada e incluso a mejor precio!


Comparado con el 2023, el 2024 ha sido un año difícil para Oannes, a pesar de que empresas como CLS Perú, Corporación Pesquera Inca (COPEINCA) y Tecnológica de Alimentos (TASA) siempre nos apoyan con su patrocinio. Lo cierto es que hubo menos presupuesto para cumplir con nuestros objetivos ¿O será que ahora hacemos más cosas que antes?


Gracias a Repsol del Perú se imprimió y distribuyo este año, dos nuevas ediciones del libro “Bajo las Olas, los avances de un proyecto de fotografía submarina en el mar de Grau” (https://www.oannes.org.pe/wp-content/uploads/2023/08/Libro-Bajo-Las-Olas.pdf)


Pero son nuestros voluntarios los que merecen sin duda un gran reconocimiento por su invaluable trabajo y esfuerzo. Y en esto, el podcast “Rumbos Sostenibles” (Marca registrada de Oannes) representa un hito con sus 2 temporadas y un total de 26 episodios, la última temporada en cooperación con la Universidad San Ignacio de Loyola, una cooperación que continuara durante el 2025. Con sus 26 episodios de 30 minutos cada uno, “Rumbos Sostenibles” (https://www.youtube.com/@oannes_org) nos ofreció la experiencia de grandes profesionales nacionales y extranjeros sobre la pesca, acuicultura, turismo, responsabilidad social, inclusión o gastronomía. 


El proyecto de investigación y sensibilización “Recursos del borde costero peruano, litoral e islas”, que Oannes viene ejecutando desde el 2018, creo un nuevo deporte subacuático (Pescafotosub www.pescafotosub.com) que se ha convertido en una nueva herramienta de ciencia ciudadana. Este 2024, logramos dos campeonatos de Pescafotosub, uno en Pucusana gracias al auspicio de Tecnológica de Alimentos, la Sociedad Nacional de Pesquería, el Club Náutico Poseidón y San Bartolo Divers y otro en Chorrillos, gracias al patrocinio del Club Regatas Lima y la Familia Suazo. Sin embargo, el más notable avance de este esfuerzo, ha sido invitar a incorporarse al proyecto a dos grandes aliados, el Instituto del Mar del Perú y el Instituto Humboldt de investigación Marina y Acuícola, alianzas que mejoran las espectavivas para el 2025.


Hoy cualquiera tiene acceso gratuito a una fuente directa de la historia de la pesquería nacional. Gracias a la cooperación de la Sociedad Nacional de Pesquería y el Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola logramos la publicación y presentación de la primera edición digital de distribución gratuita del libro “La Pesca en el Perú” (https://www.oannes.org.pe/wp-content/uploads/2024/07/La-Pesca-en-el-Peru-1.pdf) de Don Manuel Benito Rossi Barrios, convirtiéndose en el quinto libro de distribución gratuita que Oannes pone a disposición de sus seguidores.


Cooperando con el Diario El Comercio, se realizó una mesa técnica: “La sostenibilidad de la pesquería de anchoveta y su impacto en el Perú y el mundo”, presentada por Oannes y transmitida por la fanpage de Facebook y el canal de YouTube de El Comercio (https://elcomercio.pe/economia/peru/mesa-tecnica-de-el-comercio-la-importancia-de-la-planificacion-y-proteccion-para-el-desarrollo-de-la-anchoveta-noticia/) Esta actividad moderada por el periodista Mario Cortijo, contó con la presencia de Jesús Barrientos, viceministro de Pesca y Acuicultura; el contralmirante Héctor Soldi, oceanógrafo con más de 20 años de experiencia en investigación marina en Perú y expresidente de Imarpe; la doctora Marilú Bouchon, investigadora IM ARPE y Concytec; el economista Carlos Paredes; asi como mi presencia respresentando a Oannes.


Para el 2025, afrontaremos nuevos retos, además de los que ya están en nuestra agenda. Crear conciencia sobre la realidad de nuestro mar y sus oportunidades, es una labor difícil, nos pone frente a la tarea, muchas veces incómoda, de recordar a nuestras autoridades algunos temas importantes, pendientes y urgentes. Uno de ellos: La prohibición de exportación  de moluscos bivalvos “no pectínidos” a la Unión Europea. Se trata de una larga historia que amerita ser contada en una editorial exclusiva.


Pero para hacerla breve en este resumen de contenidos, vale la pena comentar que finalmente en junio ​​del 2024, el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (SANIPES) envío una comunicación (Nr. 000279-2024-SANIPES/PE) a la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea, respecto a la última auditoria que realizo en el 2022 con el objeto de evaluar los sistemas de control vigentes para la producción de moluscos bivalvos para exportación a la Unión Europea. La visita tuvo algunas observaciones para las que el equipo técnico del SANIPES proporciono información complementaria, basadas en las disposiciones legales correspondientes, certificación de capacitación a profesionales en materia de clasificación de áreas de producción y la revisión anual de la clasificación sanitaria de las veinte (20) Zonas de Producción.


Sin embargo, anotemos que es un trámite de junio del 2024, que necesita un seguimiento más cercano por parte de las autoridades pertinentes buscando una respuesta para un documento de hace 6 meses, así como la comprensión de que la problemática de los moluscos bivalvos “pectínidos” como la concha de abanico (que no tienen restricciones de exportación), es diferente a la de los “no pectínidos” como la almeja, navajuelas o señoritas.


Levantar las observaciones de estas pesquerías resulta vital para reiniciar la exportación de estos moluscos paralizada desde hace varios años por incomprensiones e inacción de las autoridades, pero que representa ingresos de divisas por alrededor más de 50 millones de dólares anuales, afectando directamente a las comunidades de pescadores artesanales de orilla que necesitan todo el apoyo para que sus pesquerías sean productivas y sostenibles, generando riqueza. En otros países, estas pesquerías representan más de 200 millones de dólares al año en exportaciones, una comparación que nos permite vislumbrar como podría ser el futuro de esta pesqueria.


La pesca y la acuicultura, son profesiones tecnológicas que requieren de vastos conocimientos y la formación de muchos profesionales que el Perú ha capacitado en más de 16 universidades nacionales o privadas desde hace muchos años y que hoy desaprovecha.


El Plan Nacional de Investigación Marina y Acuícola nacional, que venimos proponiendo desde muchos años, es una prioridad. Y una responsabilidad que debe liderar instituciones como el IMARPE para que las demás instituciones como las universidades realicen investigación aplicada sobre la base de este plan, con los cientos profesionales que todos los años deben hacer una tesis de investigación para graduarse. No somos un país rico que puede perder tiempo en investigaciones sin dirección y un plan mejora sutancialmente la orientacion de las investigaciones.


Oannes cumplirá 29 años de existencia el 2025, no es poco. Tampoco mucho para una entidad que pretende convertirse en una institución trascendente en el tiempo. Nuestra “Red Integrada de comunicaciones” a la que cualquier persona puede acceder de manera totalmente gratuita desde nuestro portal web “Oannes, Señor de las olas” (www.oannes.org.pe) está aquí para informar, analizar, promover el diálogo de partes para mejorar nuestro desarrollo costero y ribereño de manera eco amigable y sostenible. 


Somos un país líder mundial en pesca con solo una de nuestras pesquerías que se ha desarrollado por más de 60 años, nos falta poner énfasis en las demás pesquerías, en la acuicultura de especies nativas, tanto como en el desarrollo portuario o náutico.


Pero lo que más nos falta, además de la comprensión de los políticos de turno, es reconocer los logros de un sector que lucha día a día por mejorar y que, gracias a las redes de Oannes, está informado, comunicado y dialoga día a día sobre sus problemáticas para encontrar las soluciones.


Lo hemos dicho antes, en Oannes estamos convencidos de que el destino del Perú es convertirse en una potencia mundial abastecedora de productos hidrobiológicos sostenibles, tiene la biodiversidad suficiente, pero necesita creer que es capaz de lograrlo con sus propios profesionales, junto con una población que vuelva su mirada a ese maravilloso mar que baña sus costas. El mar no debe separarnos, nos debe unir para que el futuro progreso del país venga desde ahí.